La calidad del aire de una región depende, además de factores climáticos y geográficos, de los contaminantes emitidos a la atmósfera. En los años noventa comenzaron a desarrollarse inventarios de emisiones para varias zonas metropolitanas y poblaciones: Valle de México (ZMVM, 1996), Guadalajara (ZMG, 1995), Monterrey (ZMM, 1995), Valle de Toluca (ZMVT, 1996), Mexicali (1996), Ciudad Juárez (1996) y Tijuana-Rosarito (1998), seguidos por los de Salamanca-Corredor Industrial El Bajío (2000), Valle de Puebla (ZMVP, 2004) y León (2006). De ellos, sólo se han actualizado los de la ZMVM, ZMVT, Ciudad Juárez y Salamanca1. En 2006 se publicó el Inventario Nacional de Emisiones de México (INEM), con datos de 1999, desagregados por fuente de emisión y tipo de contaminante para todas las entidades y municipios del país. Según este inventario, en ese año se emitieron 40.5 millones de toneladas de contaminantes: 58% de fuentes naturales y 42% de fuentes antropogénicas. Estas últimas tienen gran importancia, ya que los contaminantes se generan en, o cerca de ciudades o poblados, lo que expone a la población a sus efectos nocivos. El contaminante que se emitió en mayor volumen fue el monóxido de carbono (CO), seguido por los óxidos de azufre (SOx) y los compuestos orgánicos volátiles (COV). Las fuentes más importantes de contaminantes fueron los vehículos automotores y otros usos de combustibles.
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