Los incendios forestales ocurren naturalmente y son importantes para la dinámica de algunos ecosistemas. Actualmente, por las actividades y control humanos, ocurren en zonas donde anteriormente no se presentaban y se han suprimido en otras en las que ocurrían periódicamente. En México, el número de incendios y la superficie siniestrada se han mantenido relativamente constantes: entre 1999 y 2009, el promedio anual fue de poco más de 8 mil conflagraciones, con una superficie siniestrada promedio de alrededor de 209 mil hectáreas por año. El mayor porcentaje de vegetación incendiada corresponde, generalmente, a pastos naturales y arbustos, seguidos por vegetación arbolada. Por otro lado, entre 1990 y 2008, las plagas forestales1 afectaron en promedio cada año 33 mil 480 hectáreas. La mayor superficie afectada durante el periodo fue a causa de descortezadores, seguida por muérdagos y defoliadores.
En 1998, en México y el mundo se registró una alta incidencia de incendios forestales. En el país se registraron 14 mil 445 eventos, con una superficie total incendiada de alrededor de 850 mil hectáreas.
1Son insectos y patógenos que ocasionan daños de tipo mecánico o fisiológico a los árboles, lo cual puede causar su debilitamiento o muerte. Se les considera como la principal causa de disturbio en los bosques templados del país.
Fuentes:
Conafor. Gerencia de Incendios Forestales. México. 2009.
Conafor. Gerencia de Sanidad Forestal. México. 2009.
Semarnat. Subsecretaría de Gestión para la Protección Ambiental, Dirección General de Federalización y Descentralización de Servicios Forestales y de Suelo. México. 2009.