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3.3 Degradación de suelos en las tierras secas de México

De acuerdo con la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD, por sus siglas en inglés), el suelo forma parte de un concepto más amplio denominado “tierra”1 (UNCCD, 1994). Cuando la degradación de la tierra se produce en las zonas áridas, semiáridas, y subhúmedas secas (genéricamente llamadas “tierras secas”), se habla de desertificación. En esta situación hay una pérdida, muchas veces irreparable, de las funciones productivas del suelo, la alteración de los ciclos biológicos e hidrológico, así como la disminución del aporte y cantidad de servicios ambientales que generan los ecosistemas (UNCCD, 1994). Esto se agrava cuando las actividades humanas, como la agricultura y la ganadería, se practican de manera continua y no planificada. Debido a las características propias de las tierras secas, como la precipitación escasa e irregular y la poca cobertura vegetal, su susceptibilidad a desertificarse es significativa.

La UNCCD clasifica a las tierras secas de acuerdo con su índice de aridez2 en áridas, semiáridas y subhúmedas secas. Utilizando este criterio, y aplicándolo a un estudio realizado por la Universidad Autónoma Chapingo (2011), se estimó que las tierras secas de México ocupan aproximadamente 101.5 millones de hectáreas, poco más de la mitad del territorio. De esta superficie, las zonas áridas representan el 15.7%, las semiáridas el 58% y el 26.3% restante corresponde a las zonas subhúmedas secas (Mapa 3.3.1).

 

Mapa 3.3.1 Distribución de las tierras secas de México

 
     
 

De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda de 2010, en las tierras secas de México habitaban 33.6 millones de personas, es decir, alrededor del 30% de la población del país. De ellas, 18.1% radicaba en localidades rurales y 81.9% en localidades urbanas. En particular, en las zonas semiáridas y subhúmedas secas se concentra alrededor de 91.5% de la población que habita en las tierras secas de México. Su importancia es tal, que poco menos de la mitad de la superficie agrícola del país y casi un tercio de los pastizales inducidos o cultivados están en este tipo de zonas (Figura 3.3.1).

 

 

Figura 3.3.1 Algunos usos del suelo y vegetación por tipo de tierra seca en México

 
     
 

Cuando se combina la información sobre la de degradación del suelo con la delimitación de las tierras secas en el territorio, se observa que la degradación afecta a 43.56 millones de hectáreas, esto es el 43% de la extensión de las tierras secas del país: 2.2% corresponde a zonas áridas; 14.5% a subhúmedas secas y  26.2% a semiáridas (Figura 3.3.2).

 

 

Figura 3.3.2 Superficie con degradación del suelo por tipo de zona seca

 
     
 

Si se observa el porcentaje de la superficie de cada tipo de tierra seca afectado por degradación del suelo, puede notarse que las más dañadas son las subhúmedas secas (55% de su extensión), seguidas de las semiáridas (45.3%) y las áridas (13.8%). Respecto a los procesos de degradación del suelo, la erosión eólica es el proceso dominante en las zonas áridas y semiáridas, mientras que la degradación química predomina en las subhúmedas secas.

Al considerar los niveles de degradación, cerca del 94% de la superficie degradada se encontraba en los niveles ligero y moderado. A pesar de esto, en el centro del Desierto Chihuahuense (cerca de la confluencia de los estados de Chihuahua, Coahuila y Durango), en el Gran Desierto de Altar, al noroeste de Sonora y en la península de Baja California, existen tierras secas sin evidencias de degradación del suelo (Mapa 3.3.2).

 

 

Mapa 3.3.2 Procesos de degradación del suelo en las tierras secas de México

 
     
 

 

 

Notas:

1 En este sentido, “tierra” es el área específica de la corteza terrestre que cuenta con características particulares de atmósfera, geología, hidrología, biología y suelo; y en la que se aprecian los resultados de la actividad humana pasada y las interacciones entre todos los elementos (UNCCD, 1994). .

2 El índice de aridez se obtiene del cociente entre la precipitación y la evapotranspiración, la cual se calculó utilizando el método de Thornthwaite. El índice de aridez señala que los valores entre 0.05 y 0.2 corresponde a las zonas áridas; entre 0.2 y 0.5, a las zonas semiáridas; y entre 0.5 y 0.65 a subhúmedas secas.

 

Referencias

INEGI. Censo de Población y Vivienda 2010. México. 2011.

UACh. Actualización de la delimitación de las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas de México, a escala regional. Reporte final de proyecto de  investigación. Universidad Autónoma Chapingo. México. 2011.

UNCCD. Elaboración de una Convención Internacional de Lucha contra la Desertificación en los Países Afectados por Sequía Grave o Desertificación, en particular en África. Texto Final de la Convención. 1994. Disponible en: www.unccd.int. Fecha de consulta: mayo de 2014.

 

 

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