Uso actual del suelo I

La cubierta vegetal de México es muy diversa: existen bosques templados (de coníferas y encinos), bosques mesófilos de montaña, selvas (húmedas y subhúmedas), matorrales xerófilos y pastizales, entre otros tipos de vegetación (e. g., chaparrales, mezquitales, palmares, vegetación halófila y gipsófila y de galería, entre otras). En 2002, cerca de 73% de la superficie nacional estaba cubierta por vegetación natural, mientras que el restante 26% lo ocuparon zonas agropecuarias, de plantaciones forestales, urbanas y cuerpos de agua. Los matorrales xerófilos constituyen la formación vegetal predominante (26% de la superficie nacional), seguidos por los bosques templados (17%) y las selvas (16%).

Fuente:
Elaboración propia con datos de:
INEGI. Carta de uso actual del suelo y vegetación Serie III. México.

 

Uso actual del suelo II

Los estados del país que conservaban en 2002 una mayor superficie de vegetación natural remanente fueron Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Quintana Roo y Sonora (más de 80% de su territorio). En contraste, en el Distrito Federal, Estado de México, Michoacán, Morelos, Tabasco, Tlaxcala y Veracruz la vegetación natural no cubría más del 35% de su territorio.

Fuente:
Elaboración propia con datos de:
INEGI. Carta de uso actual del suelo y vegetación Serie III. México.

 

Cambios en el uso del suelo I

La transformación de la cubierta vegetal en México y el mundo ha sido impulsada, en gran parte, por el crecimiento de la población y algunas de sus consecuencias, tales como la demanda de alimentos y la ampliación de la infraestructura. Entre las consecuencias más importantes del cambio de uso del suelo están las alteraciones en los ciclos biogeoquímicos (e. g., agua y carbono), la pérdida de la biodiversidad y sus servicios ambientales asociados y el cambio climático global. Según la Carta de Uso Actual del Suelo y Vegetación serie III, para el 2002 aún se conservaba poco más de 70% de la superficie original de bosques, 56% de las selvas, 77% de los matorrales y sólo 55% de los pastizales, lo que en teoría representaría una pérdida histórica neta de aproximadamente 250 mil kilómetros cuadrados de selvas, 129 mil kilómetros cuadrados de bosques templados, 155 mil kilómetros cuadrados de matorrales y más de 83 mil kilómetros cuadrados de pastizales.

Fuentes:
Elaboración propia con datos de:
INEGI. Carta de vegetación primaria, escala 1: 1 000 000. INEGI. México. 2001.
INEGI. Carta de uso actual del suelo y vegetación Serie I. México.
INEGI. Carta de uso actual del suelo y vegetación Serie II. México.
INEGI. Carta de uso actual del suelo y vegetación Serie III. México.

 

Cambios en el uso del suelo II

Entre 1993 y el año 2002, alrededor de 2.8 millones de hectáreas en el país cambiaron de ser bosques, selvas, matorrales y pastizales para convertirse a otros usos, todo ello a un ritmo de cerca de 306 mil hectáreas por año. En términos netos, los ecosistemas más afectados entre esas fechas fueron las selvas (se perdieron alrededor de 1.3 millones de hectáreas), seguidas por los matorrales (cerca de 953 mil hectáreas) y los bosques templados (aproximadamente 370 mil hectáreas). En ese mismo periodo, las entidades que mayor porcentaje de su vegetación natural perdieron (entre selvas, bosques, matorrales, pastizales y otros tipos de vegetación) fueron Veracruz (cerca de 19%), Tabasco (alrededor de 11%) y Chiapas (8%), mientras que Nayarit, Durango, Baja California Sur y Querétaro perdieron menos del 0.5% de su superficie remanente de vegetación natural.

Fuentes:
Elaboración propia con datos de:
INEGI. Carta de uso actual del suelo y vegetación Serie II. México.
INEGI. Carta de uso actual del suelo y vegetación Serie III. México.

 

Procesos de cambio en el uso del suelo

Los procesos que promueven el cambio de uso del suelo afectan de manera distinta la cubierta vegetal del país. De acuerdo a los cambios observados entre 1993 y el año 2002, su alteración (es decir, el cambio de una cobertura de tipo primario a una secundaria) fue mayor en los bosques mesófilos de montaña, seguidos por las selvas, bosques y matorrales. La agricultura y la ganadería ganaron una mayor superficie a los distintos tipos de vegetación vía las cubiertas secundarias que por la remoción de las cubiertas no alteradas. Comparativamente con la ganadería, la agricultura fue, en todos los casos, la mayor responsable del cambio de uso del suelo en el país.

Fuentes:
Elaboración propia con datos de:
INEGI. Carta de uso actual del suelo y vegetación Serie II. México.
INEGI. Carta de uso actual del suelo y vegetación Serie III. México.

 

Deforestación

La deforestación es uno de los problemas ambientales que más preocupan a la comunidad internacional actualmente. Consiste en el cambio de una cubierta vegetal dominada por árboles a otra que carece de ellos. En el caso de México, alrededor de este tema ha girado una amplia controversia y una gran disparidad en las estimaciones, en su mayoría como resultado del empleo de criterios y métodos distintos. Entre 1988 y el año 2005, las estimaciones de la tasa de deforestación en el país han oscilado entre las 316 mil y las 800 mil hectáreas de bosques y selvas por año. En el contexto mundial, México fue, en el periodo 1990-2000, el único país miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que perdió una parte de su superficie forestal; en Latinoamérica fue uno de los países con la mayor tasa, tan sólo por debajo de Brasil, Costa Rica, Guatemala y El Salvador. En nuestro país, las actividades agropecuarias son la principal causa de la pérdida de bosques y selvas, seguidas por los desmontes ilegales y los incendios forestales.

Fuente:
Elaboración propia con datos de:
FAO. Global Forest Resources Assessment 2005. FAO. Roma. 2005.

 

Incendios forestales

Los incendios forestales son una de las causas más importantes de la pérdida de la vegetación natural en nuestro país. Estas conflagraciones, aunque constituyen un elemento importante en la dinámica natural de ciertos ecosistemas, pueden afectar a otras cubiertas vegetales en las cuales su presencia no ocurre de forma natural o es poco frecuente. El número de incendios en México ha aumentado en los últimos treinta años, tendencia al parecer relacionada con la presencia y severidad de los eventos climáticos de El Niño y a la materia vegetal muerta que se acumula después del paso de los huracanes. Entre 1998 y 2005, las coberturas vegetales más afectadas correspondieron a pastizales, seguidas por la arbustiva y de matorrales y por las arboladas. Entre los estados más afectados en 2005 por los incendios forestales están Baja California, Oaxaca, Jalisco y Chiapas. Las causas más frecuentes de incendios forestales en el país son las actividades agropecuarias, los incendios intencionales y las fogatas.

Fuente:
Conafor. México. 2005.

 

Alteración de la cubierta vegetal

La pérdida de la calidad de la cubierta vegetal puede cambiar la composición y densidad de las especies presentes, afectar su estructura y funcionamiento y tener efectos negativos sobre sus servicios ambientales y sobre su posible aprovechamiento sostenible. En el 2002, tan sólo 49% de la superficie con vegetación natural en el país era primaria, siendo las selvas el ecosistema más perturbado: tan sólo 35% de ellas eran primarias. Gran parte de las cubiertas vegetales del centro y sur del país, la península de Yucatán tienen un importante componente secundario; en contraste, la zona norte y la península de Baja California conservan una importante proporción de zonas con vegetación primaria.

Fuente:
INEGI. Carta de Uso Actual del Suelo y Vegetación Serie III. México.

 

Crecimiento de la frontera agrícola

La conversión de terrenos hacia usos agropecuarios es una de las causas más importantes de deforestación en América Latina y el mundo. En México, la superficie agrícola sembrada se ha mantenido relativamente constante en los últimos años, contabilizando en 2003 cerca de 21.7 millones de hectáreas. Es importante mencionar que aun cuando la superficie agrícola sembrada no ha crecido considerablemente en los últimos años, la conversión de vegetación natural a terrenos agrícolas continúa en el país. Los estados que en 2002 tenían el mayor porcentaje de su superficie ocupada por agricultura fueron Tlaxcala (cerca de 74%), Morelos (55%), Guanajuato (48%) y el Estado de México (46%), mientras que los estados con menores porcentajes fueron Campeche (4%), Baja California y Quintana Roo, estas últimas con cerca del 2%.

Fuentes:
Sagarpa-SIAP. Sistema de Información Agropecuaria de Consulta (SIACON 2004). México. 2004.
INEGI. Carta de uso actual del suelo y vegetación Serie III. México.

 

Ganadería

La ganadería es otra de las actividades productivas que tiene un impacto importante sobre el estado y la calidad de la cubierta vegetal en nuestro país. El número de cabezas se ha reducido notablemente en las últimas décadas, pasando de 50.7 a 46.9 millones entre 1980 y 2002. La ganadería se practica en cerca de 1.09 millones de kilómetros cuadrados, es decir, en 56% de la superficie del país y en 44% de la superficie nacional que corresponde a vegetación natural. La superficie destinada a esta practica (es decir, la de los pastizales) creció al menos 4 millones de hectáreas de 1993 ala fecha. No obstante lo anterior y la reducción de la población ganadera, en 24 estados el número de cabezas de ganado supera la capacidad de los ecosistemas, siendo particularmente alto en el Estado de México, Sinaloa y Jalisco.



Fuentes:
Elaboración propia con datos de:
Sagarpa, Comisión Técnica Consultiva de Coeficientes de Agostadero. México. 2004.
Cotecoca-Sagar, con base en: Cotecoca-SARH. Monografías de coeficientes de agostadero, años 1972-1981. México.
INEGI. Carta de uso actual del suelo y vegetación Serie III. México. 2005.
Cotecoca. México. 2004. Elaborado con base en Monografías de Coeficientes de Agostadero, años 1972-1981.

 

Protección de los bosques

La pérdida y degradación de los ecosistemas naturales ha motivado la implementación de programas y acciones gubernamentales encaminadas a la protección y restauración de la cubierta vegetal nacional. Uno de ellos es el Programa para la Prevención y Combate de Incendios Forestales, que ha permitido reducir la duración promedio de los incendios forestales en el país. Por otro lado, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) inspecciona periódicamente las zonas consideradas como prioritarias para evitar la deforestación, entre las que se incluyen áreas naturales protegidas, zonas de aprovechamientos forestales autorizados y zonas donde la destrucción de la vegetación natural ha sido importante. A partir del año 2001, la Profepa ha rebasado las 6 mil inspecciones en materia forestal por año en estas áreas. Otra estrategia para detener y revertir el deterioro de la cubierta forestal del país ha sido la reforestación. En 1995 se creó el Programa Nacional de Reforestación (Pronare), que para 2004 había reforestado 1.75 millones de hectáreas con un total de 2 mil 476 millones de árboles plantados. Los estados que reforestaron una mayor superficie fueron Veracruz, Estado de México, Michoacán, Jalisco, Puebla y Morelos. Recientemente, el Pronare fue integrado, junto con otros programas para la conservación y restauración de suelos y sanidad forestal, en un nuevo programa conocido como Programa de Conservación y Restauración de Ecosistemas Forestales (Procoref).

 

Fuentes:
Profepa. Áreas Críticas.Procuraduría Federal del Protección al Ambiente (Ed.). México. 2001.
Profepa. Informe 1995-2000. México. 2001
Profepa. Informe Anual. Años 2001, 2002 y 2003. México.
2002, 2003 y 2004.
Semarnat, Conafor. México. 2005.
Conafor. Coordinación General de Conservación y Restauración. México. 2005.
Conafor. Coordinación General de Conservación y Restauración. México. 2005.
INEGI. Carta de uso actual del suelo y vegetación Serie II. México.
INEGI. Carta de uso actual del suelo y vegetación Serie III. México.
Semarnat, Subsecretaría de Gestión para la Protección Ambiental, Dirección General de Federalización y Descentralización de Servicios Forestales y de Suelo. México. 2002.