Diversidad de ecosistemas

Acerca de la diversidad de ecosistemas que existen en México, se han hecho muchos intentos por clasificarlos atendiendo a criterios muy diversos. A pesar de su variedad, la mayoría de las propuestas tienen un rasgo en común: toman a los tipos de vegetación como criterio de clasificación.

Las propuestas basadas fundamentalmente en el criterio ecológico de la distribución de tipos de vegetación y de ecosistemas coinciden en general en sus divisiones, aun cuando utilizan criterios de diferente índole. Como ejemplo, la clasificación propuesta por Toledo y Ordóñez (1993) define de manera muy amplia distintos tipos de hábitats terrestres denominados zonas ecológicas

Esta zonificación ecológica se basa en criterios que incluyen el tipo de vegetación, el clima y aspectos biogeográficos, por lo que cada zona ecológica es la unidad de la superficie terrestre donde se encuentran conjuntos de vegetación con afinidades climáticas e historias o linajes biogeográficos comunes. Con base en lo anterior, se definieron seis tipos de hábitats terrestres continentales o zonas ecológicas: (1) tropical cálido-húmeda, (2) tropical cálido subhúmeda, (3) templada húmeda, (4) templada subhúmeda, (5) árida-semiárida y (6) zona inundable o de transición mar-tierra.

La zona árida-semiárida cubre cerca del 50% de la superficie del país; le siguen en orden de importancia por su extensión territorial las zonas: tropical cálido subhúmeda, templada subhúmeda, cálido húmeda y templada húmeda. Las zonas de menor cobertura son la templada húmeda y la zona de transición mar-tierra que ocupan en conjunto cerca del 2% del total.

Por su parte, la Conabio ha realizado varios ejercicios para identificar áreas terrestres, marinas, costeras e hidrológicas, que fueron designadas como Regiones Prioritarias para la Conservación de la Biodiversidad. Para el caso de los cuerpos de agua epicontinentales (aguas que se encuentran sobre los continentes), estableció 110 regiones hidrológicas prioritarias; en cuanto a los ecosistemas de las zonas costeras y marinas, 70 áreas, y para áreas terrestres 151, identificadas como prioritarias para la conservación. Todas estas regiones representan ecosistemas de muy diversas características, desde humedales hasta pastizales y vegetación de zonas áridas. En conjunto reflejan la diversidad de ecosistemas presentes en México, cuyas condiciones ambientales y diversidad de especies los hace prioritarios para la conservación.

La identificación de las regiones terrestres prioritarias fue producto de un taller de expertos realizado en 1996, mientras que en 1999, en una segunda reunión de especialistas, se validaron los límites definitivos obtenidos por la Conabio, mediante el apoyo de un sistema de información geográfica y cartográfica actualizada y detallada. Para la determinación de los límites se consideró además información aportada por la comunidad científica nacional. En 1997 la Conabio inicio el Programa Regiones Prioritarias Marinas de México; este programa forma parte de una serie de estrategias instrumentadas por la Conabio para promover en el ámbito nacional, el conocimiento, uso y conservación de la diversidad biológica de México. Como parte de dicho programa, se realizaron en 1998 dos talleres sobre regiones marinas e hidrológicas prioritarias. En este contexto, el Programa de Regiones Prioritarias para la Conservación de la Biodiversidad se orienta a la detección de áreas cuyas características físicas y bióticas favorecen condiciones particularmente importantes desde el punto de vista de la biodiversidad. Dentro de este programa destacan las siguientes líneas de trabajo:

- Regiones Terrestres Prioritarias (RTP). Áreas continentales cuyas características físicas y biológicas las hacen particularmente importante para la conservación de la biodiversidad. Este proyecto tiene como objetivo general la determinación de unidades estables, desde el punto de vista ambiental, en la parte continental del territorio nacional. Se busca una alta representatividad, es decir, características de los hábitats y ecosistemas con tal grado de conservación e integridad en su funcionalidad que pueden tomarse como ejemplos de áreas no perturbadas, que representen una oportunidad real de conservación.

Los criterios y las variables que se toman en cuenta para la caracterización de las RTP son:

Valor biológico: extensión del área; integridad-ecológica funcional de la región; importancia como corredor biológico entre regiones; diversidad de ecosistemas; fenómenos naturales "extraordinarios"; presencia de endemismos, riqueza específica, centro de origen y diversificación natural; centros de domesticación y/o mantenimiento de especies útiles.

Amenaza o riesgo: pérdida de la superficie original; fragmentación en la región, cambios en la densidad de población, presión sobre especies claves, concentración de especies en riesgo, practicas de manejo inadecuado.

Oportunidad de conservación: proporción de áreas bajo algún tipo de manejo inadecuado, importancia de los servicios ambientales, presencia de grupos organizados.

- Regiones Prioritarias Marinas (RPM). Áreas litorales y oceánicas cuyas características físicas y biológicas las hacen particularmente importantes para la conservación de la biodiversidad. El objetivo de esta línea de trabajo es identificar y caracterizar las áreas costeras y oceánicas consideradas como prioritarias para la conservación por su alta biodiversidad, por la diversidad en el uso de sus recursos o por la falta de conocimientos sobre su biodiversidad.

- Regiones Hidrológicas Prioritarias (RHP). Se refiere a la parte alta, media o baja de una cuenca o subcuenca o de un cuerpo de agua individual, significativa por sus recursos hídricos y biológicos, los cuales son factibles de ser conservados y en donde ocurren o pueden ocurrir impactos negativos resultado de las actividades de uso y explotación de los mismos por parte de los sectores público o privado. El interés principal es la detección y caracterización de cuencas hidrológicas, tanto de ambientes de agua dulce como salobre, que se consideren prioritarias para la biodiversidad.

Para las RPM y RHP se consideraron las categorías siguientes para describir su estado:

Áreas con alta biodiversidad : La identificación y delimitación de las áreas prioritarias marinas se realizó en función de su biodiversidad, incluyendo los ecosistemas marinos y otros ecosistemas acuáticos costeros y los complejos ecológicos de los que forman parte. Por lo anterior, un área de alta biodiversidad es aquella zona que por su alta diversidad biológica puede considerarse prioritaria para realizar acciones de estudio e investigación, así como para la conservación, actual o potencial, de sus recursos.

Áreas con uso por sectores : La identificación de las áreas de uso correspondió a aquellas zonas donde se realizan diferentes actividades de uso de los recursos, intensivas o extensivas, principalmente pesquerías, turismo, industrial (petrolero, minero, etc.) y urbano.

Riesgo y amenaza : Áreas que presentan algún tipo de amenaza a la biodiversidad por modificaciones del entorno, contaminación de especies en riesgo, especies introducidas o exóticas y prácticas de manejo inadecuado.

Falta de información : Estas áreas se identificaron como aquéllas donde existe poca información sobre su biodiversidad

Regiones Prioritarias y Áreas Naturales Protegidas

La identificación de regiones prioritarias incluye una evaluación de las regiones estudiadas, algunas de las cuales podrían promoverse como Área Natural Protegida (ANP). Todas ellas han sido propuestas como regiones susceptibles de ser protegidas con programas de desarrollo sustentable, buscando con ello la compatibilidad entre el mantenimiento de la biodiversidad y el conocimiento de diversas opciones de desarrollo para la población local.

En una correlación espacial entre las regiones prioritarias y las ANP, se aprecia que más del 95% de la superficie de las ANP decretadas bajo régimen federal se encuentran consideradas en el proyecto de Regiones Prioritarias. Con base en los resultados de las correlaciones, se pretende obtener esquemas completos que sirvan de puntos de partida para la conservación de la biodiversidad del país pues es posible identificar las regiones con un grado de prioridad mayor mediante la conjunción de las áreas más importantes para la biodiversidad.

Las Regiones Prioritarias como herramienta de planeación permiten impulsar la estrategia de conservación in situ , así como la identificación de áreas cuya conservación es una prioridad debido a sus características naturales, su posibilidad de ser conservada y por el grado de interés que poseen para la sociedad su posible inclusión al Sistema de Áreas Naturales Protegidas

Diversidad de ecosistemas.

A la luz de estudios y evaluaciones como las anteriores, resulta que México es, junto con China, India, Perú y Colombia, uno de los cinco países con mayor diversidad de ecosistemas en el mundo, lo que se refleja en la variedad de ecorregiones caracterizadas (antes referidas); prácticamente todos los tipos de vegetación terrestre conocidos se encuentran representados en el país, y algunos ecosistemas, como los humedales de Cuatrociénegas en Coahuila, sólo se encuentran en México.


Fuente: Conabio, La diversidad biológica de México: estudio de país , 1998. México, 1998.
Arriaga Cabrera, L., V. Aguilar Sierra, y J. Alcocer Durand. A guas Continentales y Diversidad Biológica de México , Conabio, México, 2000.
Arriaga, Cabrera, L., J. M. Espinoza, C. Aguilar, E. Martínez, L. Gómez Y E. Loa, Regiones Terrestres Prioritarias de México , Conabio, México, 2000.
Arriaga, Cabrera, L., J. M. Espinoza, C. Aguilar, E. Martínez, L. Gómez Y E. Loa, Regiones Prioritarias Marinas de México , Conabio, México, 2000.
Conabio. Capital natural y bienestar social . Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad , México, 2006. [documento electrónico disponible en el portal de Internet: www.conabio.gob.mx]