Poblaciones de pinnípedos en México


El Programa de Acción: Salud Ambiental (PRASA ) de la Secretaría de Salud

El Programa Nacional de Salud 2001-2006 (PRONASA ), a cargo de la Secretaría de Salud, establece que para llevar a efecto las estrategias y líneas de acción contenidas en dicho Programa, se instrumentarán a su vez, 43 Programas de Acción. Entre ellos se menciona el Programa de Acción en Salud Ambiental (PRASA).

En el PRASA se estima que los determinantes ambientales constituyen el 35 % de la carga de enfermedad en México y por lo tanto se plantea como objetivo principal el “ incrementar la protección de la salud de la población contra la exposición innecesaria o excesiva a agentes físicos, químicos y biológicos que no dependan exclusivamente de la decisión personal.”

El PRASA se fundamenta en un modelo de atención a la salud ambiental y establece como “poblaciones foco” aquellos grupos considerados vulnerables a los riesgos ambientales, por ejemplo a la población infantil, mujeres en edad fértil, a los grupos de trabajadores y a grupos indígenas entre otros. El esfuerzo institucional busca como principal estrategia “establecer una política de Estado que permita la prevención y atención conjunta de riesgos a la salud derivados de factores ambientales, tendientes a lograr un marco de sustentabilidad salud-ambiente.” (1)

Según estimaciones del PRASA , alrededor de 35 millones de mexicanos viven expuestos a un aire de mala calidad. Se producen entre 2 000 y 4 000 defunciones anuales debidas a la inhalación de partículas de la atmósfera urbana. En las áreas rurales de México el uso de la leña en las cocinas expone sobre todo a las mujeres y a los niños a concentraciones promedio de partículas respirables hasta cinco veces por encima de las recomendadas para la ciudad. Otro problema que afecta a los campesinos es la intoxicación por plaguicidas, de la cual se presentan en el país 6 000 casos anuales.

Para atender estos problemas el gobierno federal ha emprendido cuatro líneas de acción: Modernización de la normatividad; Instrumentación de sistemas de vigilancia de los riesgos y sus efectos; Fortalecimiento de la capacidad de respuesta ante emergencias ambientales en todos los niveles, y Diseminación de información ambiental a la población.

Uno de los retos más importante es el control del plomo ambiental, que es uno de los contaminantes que más ha afectado a los niños mexicanos durante años, disminuyendo su coeficiente intelectual y, por lo mismo, su desempeño escolar y su eventual productividad laboral. La eliminación del plomo de las gasolinas, latas y pinturas ha permitido disminuir la carga corporal de este metal, aunque aún falta llevarla por debajo del nivel recomendado. La implantación de innovaciones tecnológicas en la producción de loza artesanal, que utiliza substancias que contienen plomo para el vidriado, seguramente ayudará a lograr este objetivo.

Especial atención merece la calidad del agua para consumo humano directo. Se debe actualizar el límite permisible para organismos infecciosos coliformes totales y fecales, arsénico, fenoles, plaguicidas, plomo y radioactividad. Es también necesario incorporar nuevos criterios para la Escherichia coli , yodo residual libre, e hidrocarburos aromáticos (benceno, etil-benceno, tolueno y xileno).

La calidad del aire es inadecuada, sobre todo en las áreas urbanas. La redefinición de los niveles seguros de contaminantes en el aire (partículas respirables y gases) permitirá replantear las acciones ante contingencias ambientales en las grandes ciudades del país, en donde se concentra la cuarta parte de la población nacional.

Otra aportación del PRASA, es promover la utilización de estufas mejoradas será fundamental para la protección de las familias del campo. El registro y la vigilancia de actividades relacionadas con los plaguicidas y otros agroquímicos, así como la capacitación de los aplicadores y la comunicación de riesgos a la población general, son indispensables para prevenir las intoxicaciones accidentales y los efectos ocasionados por las exposiciones de largo plazo.

El PRASA enfatiza la necesidad de poner atención institucional a la capacitación del personal de salud y la participación activa de todos los actores y sectores involucrados en acciones de salud ambiental, son estrategias fundamentales para limitar los daños ocasionados por los riesgos del ambiente.

1/ Dra. Leonora Rojas Bracho, en “Actualización sobre salud y Medio Ambiente en México”, México marzo 2002, disponible en: http://www.cec.org/files/pdf/POLLUTANTS/Mexico_update_LRB.pdf

Fuente: Secretaría de Salud, Programa Nacional de Salud 2001-2006, SS, México, 2001 (disponible en http://www.gob.mx/wb2/egobierno/egob_Programa_Nacional_de_Salud) Secretaría de Salud, Programa de Acción: Salud Ambiental, Primera Edición, SS, México 2002. (disponible en: http://www.cofepris.gob.mx/bv/libros/l33.pdf )