RESIDUOS PELIGROSOS
El progreso de la industria química ha permitido el desarrollo de una gran variedad de sustancias que sirven como productos o materias primas para numerosos bienes que consume la sociedad mundial (ver el Recuadro El universo de las sustancias químicas). Si bien es cierto que éstos han mejorado significativamente el nivel de vida de la población, también ejercen una presión importante sobre el medio ambiente y la salud humana.
Una consecuencia del uso de sustancias químicas y de materiales peligrosos tanto en los procesos productivos como en el uso doméstico, es la generación de residuos peligrosos (RP). Además, una vez finalizada la vida útil de un producto, éste puede transformarse en un residuo peligroso afectado debido a sus componentes (ver el Recuadro La problemática de las pilas y baterías).
Para que un residuo se considere peligroso, debe poseer alguna de las seis características de peligrosidad CRETIB: corrosividad (C), reactividad (R), explosividad (E), toxicidad (T), inflamabilidad (I) o ser biológico-infeccioso (B).
Generación de residuos peligrosos
Los primeros estudios para estimar el volumen de residuos peligrosos generados en el país fueron elaborados en 1994 por el Instituto Nacional de Ecología (INE). A partir de entonces, las cifras reportadas han sido diversas, y se han basado fundamentalmente en la información reportada por un conjunto de empresas que generaban o daban tratamiento a este tipo de residuos (Tabla 7.1).
La estimación más reciente sobre el volumen de generación de RP, para el periodo 2004-2008, equivale a un millón 25 mil 128 toneladas (Semarnat, 2009; Figura 7.15). Está basada en los reportes de 27 mil 465 empresas incorporadas al Padrón de Generadores de Residuos Peligrosos (PGRP) y con registro ante la Semarnat. Esta cifra, sin embargo, no debe considerarse como el volumen total de RP generados en el país en ese periodo, debido por un lado, a que el PGRP no incluye a la totalidad de las empresas que producen estos residuos en el territorio; y por otro, a que a la fecha sólo se tiene información proveniente de los reportes de 27 delegaciones estatales de la Semarnat3, encargadas de revisar y enviar los reportes de los volúmenes de generación de sus entidades federativas respectivas.
Las diferencias entre esta última estimación de la generación de RP con las reportadas en años anteriores, se deben principalmente a: 1) número de empresas y delegaciones que se usaron para calcular el volumen generado, como ya se explicó en el párrafo anterior; 2) la reciente depuración del padrón y la revisión de los reportes de generación de las delegaciones que permitieron eliminar las duplicidades en las empresas, así como los errores de estimación de generación de los RP por parte de los generadores; y 3) la modificación de la NOM-052-SEMARNAT-1993 -actualmente NOM-052-SEMARNAT-2005- que establece las características de los residuos para ser considerados peligrosos, y de la cual se eliminaron los jales mineros y los recortes de perforación de la industria petrolera, los cuales constituían una importante fracción del total de RP generados reportados en estimaciones anteriores (Semarnat, 2009; ver el Recuadro Jales mineros y recortes de perforación).
A nivel regional, en 2008 la generación de RP se concentró en la Zona Metropolitana del Valle de México (con cerca del 31% del volumen total generado), seguido por Chihuahua, con alrededor del 17% (Mapa 7.6). En contraste, Morelos, Colima y Yucatán aportaron en conjunto tan sólo el 0.2% del total. Si se observa la generación por tipo de residuo en 2008 (Figura 7.16), las mayores fracciones correspondieron a los aceites gastados (cerca del 30% del total generado), seguidos por los sólidos (que incluyen asbesto, residuos derivados del mantenimiento industrial y metales pesados, entre otros; 20.6%) y los biológico-infecciosos (15.8%). Los RP que menos se generaron fueron las breas, las escorias y las sustancias corrosivas (2.4%).
En lo que respecta a las fuentes generadoras de residuos peligrosos, los sectores manufacturero y minero son los más importantes en el país (OCDE, 1998). Aunque hasta el momento no se tienen datos acerca de cuánto producen, el índice de volumen físico4 (que considera el valor económico de su producción) puede dar una idea de su potencial de generación. En el caso del sector manufacturero, la producción creció 45% con respecto al año base 1993, mientras que el minero aumentó en 30.5% (Figura 7.17; IB 5-1). De los residuos peligrosos generados en el país, los biológico-infecciosos (RP-BI) son de gran importancia debido a los riesgos que representan para la salud. En 2008, su volumen de generación en el país representó poco menos de 16% de los RP generados (Figura 7.16), alcanzando aproximadamente las 23 mil 383 toneladas, de las cuales, Chiapas y la ZMVM generaron en conjunto el 98% del total (Mapa 7.7). Por tipo de RP-BI generado, el 54% del total correspondió a los no anatómicos, seguidos de los patológicos (40%), los objetos punzocortantes (4.8%), la sangre (0.9%) y los cultivos y cepas (0.3%).
Movimiento transfronterizo de residuos peligrosos
México y Estados Unidos mantienen un movimiento activo de residuos peligrosos, el cual se lleva a cabo por tres vías básicamente: 1) la industria nacional que exporta sus RP, 2) las empresas mexicanas dedicadas al reciclaje que importan los desechos para sus procesos industriales, y 3) el retorno de RP. Este último se presenta cuando se importan de manera temporal productos, equipos, maquinaria o cualquier otro insumo que será remanufacturado, reciclado, reprocesado y que genera residuos peligrosos, los que deberán retornarse al país de origen.
Durante el periodo comprendido entre 1995 y el mes de abril de 2008, aproximadamente 4 millones 355 toneladas de residuos fueron importadas al país para su tratamiento o aprovechamiento; adicionalmente, 980 mil 878 toneladas de materia prima entraron al territorio para su uso temporal por la industria maquiladora. En el caso de las exportaciones, éstas fueron de aproximadamente 3 millones 123 mil toneladas de residuos para el mismo periodo (Figura 7.18; Cuadros D3_RESIDUOP01_02; D3_RESIDUOP01_03 y D3_RESIDUOP01_04). Este mismo rubro se mantuvo por debajo de las importaciones hasta el año 2001, en el que se incrementó notablemente debido a la exportación de recortes de perforación (es decir, de tierra y rocas removidas durante las operaciones de perforación de pozos petroleros) que para esa fecha aún eran considerados como residuos peligrosos (ver el Recuadro Jales mineros y recortes de perforación).
Del total de las importaciones, entre 1995 y abril de 2008, 99.3% de los residuos correspondió a residuos sólidos y acumuladores (Figura 7.19), mientras que en el caso de las exportaciones, el mayor porcentaje (91.8%) correspondió a los recortes obtenidos de la perforación petrolera (Figura 7.20).
Manejo de residuos peligrosos
El manejo y/o disposición segura de los residuos peligrosos se puede conseguir de distintas formas: a) mediante la minimización de su generación; b) por el reciclaje y reuso previo a su tratamiento y disposición final; c) por medio del tratamiento que reduce su peligrosidad; y d) por su confinamiento adecuado. Entre 1999 y 2008 se contabilizaron 399 empresas para el manejo de los residuos peligrosos, con una capacidad instalada autorizada de 14.7 millones de toneladas5. El incremento de la capacidad instalada autorizada se registró principalmente, en la capacidad de reciclaje y tratamiento, aumentando de 1.6 a 5.3 millones de toneladas y de 3.7 a 8.2 millones de toneladas, respectivamente (Figura 7.21; IB 5-4 e IC 5).
De la capacidad instalada autorizada a nivel estatal para el manejo de los RP en el periodo 2000-2008, el 78.2% se concentró en cinco entidades federativas: Nuevo León (29.2%), Tabasco (17.2%), Estado de México (13.6%), Tamaulipas (11.2%) y Veracruz (7%; Mapa 7.8; Cuadros D3_RESIDUOP01_07; D3_RESIDUOP01_10_D; D3_RESIDUOP01_08; D3_RESIDUOP01_15 y D3_RESIDUOP01_09). En contraste, Zacatecas, Yucatán y Nayarit contaban con una capacidad de manejo inferior a las 7 toneladas cada uno.
La infraestructura para la recolección y transporte de RP, la mayor capacidad en el periodo 2000-2008 se concentró en el estado de Tamaulipas (98.1% del total). En contraste, Colima fue el único estado del país carente de infraestructura específica para la recolección y transporte de RP (Mapa 7.9; Cuadro D3_RESIDUOP01_17).
Para el manejo de los residuos biológico-infecciosos, en el periodo 1999-20086 se contaba con una capacidad instalada para más de 103 mil toneladas en la mayoría de las entidades federativas; sin embargo, Guerrero, Nayarit, Querétaro, Tlaxcala y Chiapas carecían de empresas para su manejo (Mapa 7.10; Cuadros D3_RESIDUOP01_11; D3_RESIDUOP01_18; D3_RESIDUOP01_13 y D3_RESIDUOP01_14).
De acuerdo con la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, los generadores y gestores de RP deben manejarlos de manera segura y ambientalmente adecuada (DOF, 2003), por lo que la Profepa aplica programas de inspección y vigilancia para verificar el cumplimiento de la normatividad (Profepa, 2008).
Por medio de las visitas de inspección se identifican irregularidades, se dictan medidas correctivas y se imponen clausuras en caso de presentarse irregularidades graves que representen un riesgo inminente al equilibrio ecológico, daño grave a los recursos naturales o contaminación con repercusiones peligrosas para los ecosistemas o la salud pública. El cumplimiento de las medidas correctivas se vigila mediante las visitas de verificación. En 2007 se realizaron 5 mil 911 visitas7 a los establecimientos registrados como generadores de residuos peligrosos y a los prestadores de servicios de éstos, 5 mil 17 empresas (Profepa, 2008).
En 2003 entró en vigor la Norma Oficial Mexicana NOM-087-ECOL-SSA1-2002 referente al manejo interno, transporte, tratamiento y disposición final de los residuos biológico-infecciosos en establecimientos donde se brinda atención médica (Profepa, 2008). Para verificar su cumplimiento, en 2007 se realizaron 757 visitas, de las cuales un elevado porcentaje presentaron irregularidades menores (66.2% de las visitas) y sólo en una ocasión se aplicó, como medida de seguridad, la clausura parcial temporal del establecimiento visitado (Figura 7.22; Profepa, 2008). Entre 2001 y 2007 se realizaron 5 mil 180 visitas, de ellas mil 612 presentaron total cumplimiento de la normatividad (31.1% del total), en 3 mil 559 (68.7%) se presentaron infracciones menores y sólo en 9 casos (0.2%) se llevaron a cabo clausuras debidas a condiciones inadecuadas de manejo de los residuos (Profepa, 2008).
Por último, destaca el sector de las maquiladoras, con poco más de 3 mil 200 empresas, de las cuales 2 mil 421 son verificadas por la Profepa. Durante 2007 se realizaron 348 visitas de inspección y verificación a este tipo de empresas: en 133 casos no se detectaron irregularidades, en otros 213 hubo infracciones leves y sólo en 2 casos se decretó la clausura total temporal (Figura 7.23; Profepa, 2008).
Notas
3A diciembre de 2008 faltaban de reportar las delegaciones de Baja California, Sinaloa, Jalisco, Guanajuato y Tamaulipas.
4El volumen físico de producción es utilizado como medida de los niveles de actividad del sector que refleja el potencial en la generación de los RP.
5La capacidad real para el manejo de residuos peligrosos puede ser menor a la capacidad instalada autorizada debido a que las empresas manejadoras pueden no trabajar al 100% de la capacidad autorizada.
6Datos al mes de abril de 2008.
7Se puede realizar más de una visita de inspección a los establecimientos generadores de RP.
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