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    Recuadro     Especies invasoras en México: el caso de la palomilla del nopal
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La palomilla del nopal (Cactoblastis cactorum) es una de las cinco especies del género que habita naturalmente el norte de Argentina, Uruguay, Paraguay y la región sur de Brasil (Mapa a). Las palomillas hembras de esta especie depositan sus huevos sobre las pencas de distintas especies de nopales (género Opuntia, Cactaceae), los cuales al eclosionar producen larvas que viven de manera gregaria y se alimentan vorazmente de los tejidos de las pencas. Las larvas causan generalmente severos daños (tanto por la pérdida del tejido como por la infección secundaria por patógenos), que en muchos casos causan la muerte de los nopales, sobre todo de los ejemplares jóvenes (Zimmerman et al., 2007).

Dada su capacidad para atacar a los nopales, la palomilla fue liberada en 1925 en Australia como control biológico para erradicar a las poblaciones de Opuntia stricta, una especie extendida en alrededor de 25 millones de hectáreas en Queensland y Nueva Gales del Sur. Para 1940, las palomillas del nopal habían erradicado casi completamente a esta planta de Australia, con excepción de algunas zonas costeras y del suroeste de Queensland. Ante este éxito como control biológico del nopal, la palomilla fue introducida tambien en Sudáfrica, Nueva Caledonia, Hawai, Antigua, Montserrat, Kenia e Islas Caimán, entre otros países (Mapa a).

 

 

En México, sin embargo, la invasión de las palomillas del nopal constituye un serio peligro, no sólo por la enorme riqueza de especies de nopales que habitan en el país y su importancia ecológica, sino por su valor económico (al ser empleados como alimento humano y como forraje para el ganado en las épocas de sequía) y por su importancia cultural. En nuestro territorio se contabilizan poco más de 80 especies de nopal, de las cuales 19 se consideran susceptibles de ser afectadas por este insecto (Conabio, 2008). Las zonas de nopaleras naturales más susceptibles al arribo de la palomillas se encuentran en los estados de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y el altiplano potosino-zacatecano, mientras que, en el caso de las zonas en las que se cultiva como alimento, las más susceptibles se concentran en los estados de México, Morelos, San Luis Potosí, Puebla y el Distrito Federal ().

 

 

En agosto del 2006 se confirmó la presencia de la palomilla del nopal en Isla Mujeres, y poco tiempo después en playa Ballena en Cancún y en playa del Niño, también en Quintana Roo. Sin embargo, gracias a la rápida implementación de medidas de erradicación en las zonas donde se encontró, y a la puesta en marcha de medidas de monitoreo para detectar su presencia, el brote fue eliminado antes de que se lograra establecer. Para septiembre de 2008, la Sagarpa anunció oficialmente que este brote había sido erradicado.

Aunque hasta ahora se considera que Cactoblastis cactorum no ha conseguido establecerse en México, no se descarta que en el futuro pudiera hacerlo ingresando a través de la zona norte del territorio o por los fenómenos hidrometeorológicos que acarrean a los insectos desde las islas del Caribe. Con la finalidad de emprender medidas en caso de su aparición, actualmente continúan las actividades de monitoreo y vigilancia de las posibles rutas de entrada; también están en marcha una campaña pública de concientización, cursos de capacitación y convenios de cooperación interinstitucional a nivel nacional e internacional.

Referencias:

Zimmermann, H., S. Bloem y H. Klein. The Biology, History, Threat, Surveillance and Control of the Cactus Moth, Cactoblastis cactorum. FAO-IAEA. Austria. 2007.

Conabio. Sistema de información sobre especies invasoras. Palomilla del nopal en México. Disponible en: www.conabio.gob.mx/invasoras/index.php/Palomilla_del_nopal_en_México Fecha de consulta: 21 -12-2008.