Índice de desarrollo humano

El Índice de Desarrollo Humano (IDH) comprende tres dimensiones esenciales:

  • La capacidad de gozar de vida larga y saludable, medida a través de la esperanza de vida al nacer.
  • La capacidad de adquirir conocimientos, medida mediante una combinación del grado de alfabetismo de los adultos y el nivel de asistencia escolar conjunto de niños, adolescentes y jóvenes (de 6 a 24 años).
  • La capacidad de contar con el acceso a los recursos que permitan disfrutar de un nivel de vida digno y decoroso, medido por el PIB per cápita ajustado al poder adquisitivo del dólar en los Estados Unidos.

Los tres componentes varían entre 0 y 1, así como su promedio (el IDH). Un valor de 1 establece la meta o el valor máximo posible en esta materia.

La metodología propuesta por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) fue utilizada por el Consejo Nacional de Población en el cálculo del IDH para México a escala estatal. Sin embargo, en la estimación del IDH a escala municipal, fue necesario reemplazar la esperanza de vida por la tasa de mortalidad infantil. A pesar de esta modificación, conviene recordar que existe una fuerte correlación entre la tasa de mortalidad infantil y la esperanza de vida.

Así, la elaboración de este indicador consiste de la simple media aritmética de los índices de sobrevivencia, de educación y de PIB per cápita:

IDH = (IEV + IE +IPIB)/3

donde:

IEV: Índice de esperanza de vida

IE: Índice de educación

IPIB: Índice de Producto Interno Bruto per cápita

Para los municipios se reemplaza IEV por ISI (Índice de sobrevivencia infantil).

Los estratos se establecieron de acuerdo con los siguientes cortes:

Alto de 0.8 o más

Medio-alto de 0.65 a 0.799

Medio-bajo de 0.5 a 0.649

Bajo de menos de 0.5

A diferencia del Informe anual del PNUD, que distingue sólo tres estratos (alto, medio y bajo), en el estudio de CONAPO se añadió uno más, al desdoblar el estrato intermedio en dos grupos (medio-bajo y medio-alto).

En México se ha establecido una correlación inversa entre el Índice de Desarrollo Humano y el Índice de Marginación en virtud de que mientras éste último es una medida de déficit y de intensidad de las privaciones y carencias de la población en dimensiones relativas a la educación, la vivienda y los ingresos monetarios, en contraste, el IDH es una medida de logros relativos respecto a un estándar de referencia.

 

Nota: No existe actualización oficial disponible de la información que se presenta (Semarnat, Dirección General de Estadística e Información Ambiental, noviembre 2006.
Fuente: Consejo Nacional de Población, Índice de Desarrollo Humano 2000, Conapo, México 2001.