Recuadro | Los límites planetarios


Fenómenos como el cambio el climático, el adelgazamiento de la capa de ozono, la acidificación de los océanos y la acelerada pérdida de los ecosistemas y su biodiversidad han llevado a algunos científicos a cuestionarse si los cambios observados podrían desestabilizar al sistema planetario y ocasionar consecuencias adversas para la humanidad. Con este enfoque surgió el concepto de los “límites planetarios”, que si bien ha sido materia de debate desde su aparición en 2009 (ver, por ejemplo, Donohue et al., 2016), ha resultado muy útil para estimular la discusión entre los científicos sobre el funcionamiento y la resiliencia del sistema planetario.

Un límite planetario delimita un ámbito de actividad seguro para los seres humanos respecto de la resiliencia de la biosfera; en otras palabras, establece la capacidad de la biosfera para recuperarse de las perturbaciones (ocasionados principalmente por las actividades humanas) y regresar a un estado estable (Rockstrom, 2009). Hasta la fecha se han identificado nueve procesos clave que mantienen la integridad del sistema planetario (Figura 1.2.a). Con base en el conocimiento disponible y la incertidumbre asociada al funcionamiento de estos procesos, se han sugerido los niveles actuales de las variables de control del sistema, así como los umbrales de operatividad segura y los umbrales de incertidumbre máxima o puntos de bifurcación.

 

Figura 1.2.a

Los límites planetarios, su estado actual y los rangos de incertidumbre
Figura

Fuente:
Modificado de: Steffen, W., K. Richardson, J. Rockström  et al. Planetary boundaries: Guiding human development on a changing planet. Science 347(6223). 2015.

 

De acuerdo con Steffen y colaboradores (2015), actualmente los ciclos biogeoquímicos del fósforo y el nitrógeno y la integridad de la biosfera (por su componente relacionado con la pérdida de diversidad genética) se encuentran en una zona de alto riesgo en la que podrían interferir con el sistema planetario. En la zona de riesgo medio se sugiere que se encuentran el cambio climático y el cambio del uso del suelo de bosques boreales, templados y tropicales.

Por su parte, se encontrarían en una zona de operatividad segura la extracción de agua dulce (aunque con gran heterogeneidad regional), el agotamiento de la capa de ozono y casi en el límite la acidificación oceánica. Aún no se han podido delimitar los umbrales para la contaminación atmosférica por aerosoles, la introducción de sustancias químicas y organismos sintéticos, y la diversidad funcional de especies (Steffen et al., 2015).

Algunos de los límites planetarios tienen contextos regionales muy distintos que sesgan su valor de operatividad. Por ejemplo, en cuanto a extracción de agua que excede la capacidad de sus cuencas, sobresalen India, la porción noreste de China, Oriente Próximo, la Europa mediterránea, la costa oeste de Estados Unidos y el Valle de México.

Recientemente, Steffen y colaboradores (2015) han sugerido la existencia de dos sistemas que tienen, por sí mismos, la capacidad de mover al sistema planetario a un nuevo estado. Estos sistemas son la integridad de la biosfera (genes y especies) y el cambio climático, pues regulan la magnitud y el flujo de energía y materiales de toda la biosfera y su respuesta ante cambios abruptos. Actualmente, ambos sistemas se encuentran fuera de los umbrales de operatividad segura.

 

 

Referencias:

Donohue, I., H. Hillebrand, J.M. Montoya, et al. Navigating the complexity of ecological stability. Ecology Letters 19: 1172–1185. 2016.
Rockström, J. Bounding the Planet Future: Why we need a Great Transition. Great Transition Initiative Essay. 2015.
Rockström, J., W. Steffen, K. Noone, et al. A safe operating space for humanity. Nature 461(24):472-475. 2009.
Steffen, W., K. Richardson, J. Rockström, et al. Planetary boundaries: Guiding human development on a changing planet. Science 347(6223). 2015.