Recuadro | El iNDC de México y la mitigación global de emisiones en el periodo 2020-2030 según los iNDC recibidos por la CMNUCC


En la décimo novena Conferencia de las Partes (COP19) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) celebrada en Varsovia, Polonia, a finales de 2013, se invitó a las partes a elaborar sus compromisos de mitigación y adaptación ante el cambio climático (Intended Nationally Determined Contributions, iNDC, por sus siglas en inglés) para el periodo 2020-2030, todo ello con el fin de adoptar un protocolo o instrumento legal vinculante bajo la Convención que permitiese estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmosfera a niveles que impidieran interferencias humanas en el sistema climático. La decisión fue reiterada en la COP20 de Lima, Perú, en 2014, bajo el acuerdo de que los iNDC deberían representar un avance más allá de los esfuerzos de mitigación de ese momento. Los iNDC deberían presentarse ante la CMNUCC durante el primer trimestre de 2015 para servir de insumo básico en la COP21 a llevarse a cabo en París, Francia, entre noviembre y diciembre de ese mismo año.

Como parte central de sus iNDC, los países incluyeron, de acuerdo a sus prioridades, circunstancias y capacidades nacionales, las acciones que emprenderían para combatir el cambio climático, y muy en especial, estimaciones de sus ambiciones para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero para el periodo 2020-2030. Se sugirió también la inclusión de las acciones de adaptación para reducir los efectos del cambio climático.

Para abril de 2016, la Convención había recibido un total de 161 iNDC, incluyendo 189 partes y una organización económica regional; todos ellos comprenden el 96% de las partes y el 99% del volumen de emisiones de las partes de la Convención (UNFCCC, 2016). La suma de la contribución de la reducción de las emisiones comprometidas por las partes permite conocer si la meta global de la mantener la temperatura superficial del planeta por debajo de los 2 °C en relación a la época pre-industrial puede alcanzarse.

Según la Convención (2016), con la reducción de las emisiones que podría alcanzarse de implementarse los iNDC recibidos (considerando los compromisos condicionados y no condicionados), las emisiones globales ascenderían a 55.0 (51.4 a 57.3)1 gigatoneladas de CO2 equivalente en 2025 y de 56.2 (52.0 a 59.3) en 20302. Estas cifras, si se comparan con los escenarios tendenciales sin implementar los iNDC, representan una reducción de 2.8 (0.0 a 6.0) gigatoneladas de CO2 equivalente en 2025 y de 3.3 (0.3 a 8.2) en 2030 (Figura a).

 

 

Cuando se compara el valor de las emisiones globales resultado de la implementación de los iNDC recibidos con los valores de las emisiones globales para el escenario de calentamiento por debajo de los 2 °C, se observa que el primero resulta 19% mayor en 2025 y también 36% superior en 2030; esta diferencia equivale a alrededor de 8.7 gigatoneladas de CO2 equivalente en 2025 y 15.2 gigatoneladas en 2030 (Figura a).

Las estimaciones anteriores muestran que los esfuerzos comprometidos por los países en sus iNDC resultan insuficientes para conseguir alcanzar la meta del calentamiento por debajo de los 2 °C, y más aún para el escenario del 1.5 °C. Aun cuando la posibilidad de conseguir emisiones anuales que permitan alcanzar esos escenarios más allá del 2030 existe, es claro que los esfuerzos de mitigación que habrían de realizar los países entonces  son mayores y a un mayor costo que las rutas de reducción de emisiones que podrían comenzar pronto o en 2020. Por lo anterior, mayores esfuerzos en la reducción de las emisiones que los contenidos en los iNDC serán necesarios por parte de los países en el periodo posterior a 2025 y 2030 para poder mantener el calentamiento del planeta por debajo de 2 °C respecto a los niveles pre-industriales (UNFCCC, 2016).

El iNDC de México

En marzo de 2015, México presentó su Contribución Prevista y Determinada a nivel Nacional para el periodo 2020-2030, siendo el primer país en vías de desarrollo en hacerlo ante la CMNUCC y el cuarto a nivel global, después de la Unión Europea, Suiza y Noruega. Su contribución contiene dos componentes, uno de mitigación y otro de adaptación. El componente de mitigación contempla dos tipos de medidas: las no condicionadas, es decir, aquellas que el país podría solventar con sus propios recursos, y las medidas condicionadas que podrían realizarse si México pudiera obtener recursos adicionales y transferencia de tecnología disponibles mediante cooperación internacional, al igual que contar con un precio internacional del carbono y mecanismos de ajustes de frontera.

Respecto a la reducción de sus emisiones, México asumió el compromiso no condicionado de mitigar el 22%3 de sus emisiones de gases de efecto invernadero al año 2030, lo cual significa una reducción de alrededor de 210 megatoneladas de GEI (Figura b). Paralelamente, el país planteó la reducción de sus emisiones de carbono negro, uno de los CCVC más importantes (ver el Recuadro La importancia del carbono negro en el calentamiento global) para el 2030. En este caso, su meta no condicionada contempla reducir 51% del volumen de sus emisiones para el año 2030 con base en un escenario tendencial carente de medidas para combatir el cambio climático.

 

 

En caso de adoptarse un acuerdo4 que permita llevar a cabo los compromisos condicionados, las reducciones nacionales de carbono negro podrían incrementarse a 70% y las de GEI alcanzar 36% al 2030, llegando así a una trayectoria consistente con la planteada en la Ley General de Cambio Climático, la cual busca reducir para 2050 en 50% el volumen de las emisiones con respecto a las registradas en el año 2000.

El componente de adaptación, que incluye también compromisos no condicionados y condicionados al 2030, considera como prioridad nacional proteger a la población de los efectos del cambio climático, principalmente de los fenómenos hidrometeorológicos extremos, así como aumentar la  resiliencia de la infraestructura estratégica del país y de los ecosistemas. En la Figura c pueden observarse los principales componentes de la estrategia de adaptación nacional incluida en su iNDC.

 

 

 

 

Referencias:

Semarnat. Compromisos de mitigación y adaptación ante el cambio climático para el periodo 2020-2030. México. 2015.

UNFCCC. Aggregate effect of the intended nationally determined contributions: an update. Synthesis report by the Secretariat. 2016. Disponible en: http://unfccc.int/resource/docs/2016/cop22/eng/02.pdf. Fecha de consulta: julio de 2016.

 

 

 

Notas:

1 Los valores fuera del paréntesis se refieren a promedios y los que se ubican dentro de ellos a rangos del 20 al 80%.
2 Esta cifra incluye las emisiones provenientes del cambio de uso del suelo y usa valores de potencial de calentamiento global del AR4 a 100 años. Las cifras incluyen los compromisos condicionados y los no condicionados. Si se consideran tan solo los compromisos  no condicionados, las emisiones globales podrían alcanzar  55.6 (53.1 a 57.3) Gt CO2 en 2025 y 57.9 (54.4 a 59.3) Gt CO2 en 2030.
3 Considerando un escenario tendencial carente de medidas para combatir el cambio climático.
4 Podría conseguirse en caso de adoptarse un acuerdo global que incluya, por ejemplo, un precio al carbono internacional, ajustes a aranceles por contenido de carbono, cooperación técnica, acceso a recursos financieros de bajo costo y a transferencia de tecnología, todo ello a una escala equivalente con el reto del cambio climático global.