Recuadro | Emisiones en la Zona Metropolitana del Valle de México


La calidad del aire de la Ciudad de México empezó a monitorearse en 1966, con la instalación de cuatro estaciones que registraban las concentraciones de bióxido de azufre (SO2) y de las partículas suspendidas. A partir de ese momento el esfuerzo e interés por conocer el tipo y la cantidad de los contaminantes emitidos a la atmósfera aumentó, y ya en 1972 se creó la Subsecretaría de Mejoramiento del Ambiente y se adoptaron las metodologías usadas por la Agencia de Protección Ambiental en Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) para realizar el monitoreo de contaminantes (Zuk, et al., 2007; Secretaría del Medio Ambiente, 2002).

Sin embargo, la información recopilada no siempre se publicó de forma sistemática, y es hasta 1986 que se propuso la realización de un inventario de emisiones periódico que permitiera estudiar la producción de contaminantes atmosféricos y la implementación de medidas adecuadas para salvaguardar la salud de los habitantes de la urbe. A raíz de esta iniciativa, en 1989 se realizó el inventario de emisiones de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) y diversas secretarías integraron el Programa Integral para el Control de la Contaminación Atmosférica (PICCA). A partir de ese año las autoridades locales y federales que convergen en la zona metropolitana determinaron las políticas ambientales que permitieron realizar el monitoreo y tomar las medidas pertinentes en caso de que se rebasaran las normas establecidas. Desde 1994 los inventarios de emisiones de la ZMVM se publican bienalmente, actualizando el grado de precisión y desagregación de la información (Secretaría del Medio Ambiente, 2002).

La red de monitoreo de la ZMVM ha crecido significativamente: pasó de cuatro estaciones en 1966 a cubrir la totalidad de las delegaciones que conforman la Ciudad de México y algunos municipios de las entidades vecinas. Hasta el año 2005 la ZMVM estuvo conformada por las 16 delegaciones del Distrito Federal y 18 municipios del estado de México, después de esa fecha se consideran también 58 municipios del estado de México y uno más que corresponde al estado de Hidalgo (Secretaría del Medio Ambiente, 2008).

A lo largo del tiempo también se han incrementado los contaminantes criterio que se monitorean. Antes de 1998 se generaba información sobre partículas menores a 10 micrómetros (PM10), monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NOx), hidrocarburos totales (HC) y bióxido de azufre (SO2), y desde ese año se reportan también las emisiones de bióxido de carbono (CO2) y metano (CH4). A partir del año 2000 se agregó también el monitoreo de las partículas menores a 2.5 micrómetros (PM2.5) y amoníaco (NH3), y en vez de reportar los hidrocarburos totales (HCT) se empezaron a reportar los compuestos orgánicos totales (COT), separando el CH4 y los compuestos orgánicos volátiles (COV; Secretaría del Medio Ambiente, 2000).

Emisiones

En la ZMVM en el año 2012 se emitieron 2.52 millones de toneladas contaminantes: 1.6 millones de toneladas de CO (es decir, 63.8% del total de contaminantes), 632 748 toneladas de COV (25.13%), 239 132 toneladas de NOx (9.5%), 34 677 toneladas de partículas PM10 (1.38%) y 4 867 toneladas de SO2 (0.19%). Si se compara el volumen total de las emisiones de 2012 con las generadas en 2000 se aprecia una reducción del 39%, sin embargo, entre 2010 y 2012 ocurrió un incremento del 3% en la emisión total de contaminantes (Figura a; Secretaría del Medio Ambiente, 2012, 2013).

 

 

Del total de los contaminantes analizados, el CO ha sido, consistentemente, el que más se ha emitido en la zona metropolitana, con valores que han oscilado entre el 79.2 y el 63.8% del total de emisiones generadas (Figura a). No obstante, la emisión de este gas se ha reducido en un 51% en el lapso de 13 años, al pasar de cerca de 3.3 millones de toneladas en 2000 a 1.6 millones en 2012, lo cual ha sido resultado, principalmente, de la incorporación de nuevas tecnologías en los vehículos. A pesar de esta tendencia, entre 2010 y 2012 las emisiones de este gas prácticamente no registraron cambios: su emisión se redujo en 0.06% (990 t; Secretaría del Medio Ambiente, 2012, 2013).

Otro contaminante que ha reducido sus volúmenes de emisión en la ZMVM es el SO2: pasó de 12 792 a 4 867 toneladas entre 2000 y 2012, lo que significa un decremento del 62%. Esta disminución se debe principalmente a la reducción de azufre en los combustibles y al uso de tecnologías menos contaminantes (Figura a; Secretaría del Medio Ambiente, 2012, 2013).

Los COV mostraron un decremento del 2% en su volumen de emisión entre 2000 y 2012, esto es, alrededor de 9 844 toneladas. Sin embargo, en el período comprendido entre 2010 y 2012 sus volúmenes de emisión aumentaron 5% (Figura a). Las partículas PM10 tuvieron un comportamiento similar: se redujeron entre 2000 y 2012 en alrededor del uno por ciento (alrededor de 279 toneladas) con un incremento en los dos últimos años con medición (2010 y 2012) de 23%, es decir, 6 476 toneladas (Figura a; Secretaría del Medio Ambiente, 2012, 2013).

En lo que se refiere al origen de los contaminantes, en 2012 el 63.8% de las emisiones provino de las fuentes móviles (2.2 millones de toneladas), siendo el CO el contaminante que representó la mayor proporción de las emisiones de este tipo (1.6 millones de toneladas; 46% del total Figura b). Las altas emisiones asociadas a las fuentes móviles se deben a factores como el número de vehículos en circulación, la cantidad de combustible que consumen y las emisiones de vehículos sin tecnologías de control incorporadas (p. ej., en el año 2010, todavía el 11% de los vehículos a gasolina no contaban con sistemas de control de emisiones). En el año 2012, los autos particulares representaban el 58.5% de los vehículos que circulaban en la ZMVM, y también los que producían la mayor cantidad de contaminantes emitidos por fuentes móviles; no obstante, los tractocamiones, aunque menos abundantes (1.5%), contribuyen en gran proporción con las emisiones de partículas PM10, debido a su consumo de diésel (Secretaría del Medio Ambiente, 2013).

 

 

A las fuentes móviles le siguieron en importancia las fuentes de área (que emitieron 23.2% del total de los contaminantes de la ZMVM; con 804 548 t), las fuentes puntuales (11.3%; 392 195 t), mientras que las fuentes naturales, las cuales corresponden a la vegetación y suelos, contribuyen con un porcentaje muy reducido de emisiones (1.7% del total, con 59 175 t; Figura b; Secretaría del Medio Ambiente, 2013).

 

 

Referencias:

Secretaría del Medio Ambiente, GDF. Inventario de emisiones. Zona Metropolitana del Valle de México 1998. México. 2000.

Secretaría del Medio Ambiente, GDF. Inventario de emisiones a la atmósfera. Zona Metropolitana del Valle de México 2000. México. 2002.

Secretaría del Medio Ambiente, GDF. Inventario de emisiones de contaminantes criterio de la Zona Metropolitana del Valle de México 2006. México. 2008.

Secretaría del Medio Ambiente, GDF. Inventario de emisiones de la Zona Metropolitana del Valle de México 2012. Contaminantes criterio. México. 2013.

Zuk, M., M.G. Tzintzun y L. Rojas Bracho. Tercer Almanaque de Datos y Tendencias de la Calidad del Aire en Nueve Ciudades Mexicanas. Semarnat, INE. México. 2007.