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Los flujos de inversión extranjera directa (IED) son las inversiones transfronterizas que realizan residentes en el extranjero hacia empresas o activos ubicados en otros territorios con el objetivo de crear un interés duradero y con fines económicos o empresariales de largo plazo. A nivel global, los flujos de inversión se dirigen principalmente hacia las economías en desarrollo, las cuales los pueden aprovechar en pro de su desarrollo económico y social. Cuando la inversión se realiza considerando prácticas ambientales adecuadas o introduciendo tecnologías amigables con el ambiente y en un marco de respeto a las normas ambientales del país donde se invierte, pueden ser benéficas para ayudar a enverdecer el desarrollo de los países anfitriones. Aunque el indicador originalmente está concebido para medir la inversión extranjera directa que potencie el crecimiento verde, a la fecha la información no permite su cálculo, por lo que se muestra la totalidad de la inversión extranjera como porcentaje del producto interno bruto.
Aunque el indicador originalmente está concebido para medir la inversión extranjera directa que potencie el crecimiento verde, a la fecha la información no permite su cálculo, por lo que se muestra la totalidad de la inversión extranjera.
Este indicador también forma parte del Conjunto de Indicadores de Crecimiento Verde de la OCDE.
El crecimiento del valor del indicador puede ser un síntoma positivo de la atracción de capitales externos que se canalizan a inversiones productivas dentro del país y que pueden contribuir a su desarrollo económico y tecnológico. En virtud de que el indicador no muestra aquellas inversiones que se dirigen a impulsar el crecimiento verde, la información debe usarse con cautela en este sentido.