Las selvas y bosques son ecosistemas de gran importancia ambiental y económica que continúan reduciendo su superficie en México y el mundo. Además de poseer una gran riqueza biológica, proveen una variada gama de bienes y servicios ambientales, siendo algunos de los más tangibles para la sociedad los productos maderables (que básicamente consideran a la madera) y los no maderables (que incluyen a la tierra de monte, resinas, fibras, ceras, frutos y plantas vivas, entre muchos otros). La pérdida de estos ecosistemas no sólo tiene efectos sobre la biodiversidad y la provisión de servicios ambientales, también significa la pérdida de importantes oportunidades para aprovechar sustentablemente sus recursos naturales y generar riqueza y bienestar a la sociedad. El indicador muestra la evolución de la cubierta nacional de bosques y selvas y puede mostrar la conservación o pérdida de una parte del capital natural nacional.
El indicador no muestra la condición de las selvas y bosques remanentes en un año particular, es decir, si corresponden a vegetación primaria o secundaria.
Este indicador también forma parte de los indicadores ambientales de la OCDE y dentro del Sistema Nacional de Indicadores Ambientales (SNIA) pertenece al Conjunto de Indicadores Básicos del Desempeño Ambiental de México y al de la Iniciativa Latinoamericana y Caribeña para el Desarrollo Sostenible (ILAC).
La reducción de la superficie de bosques y selvas y bosques en el país representa la pérdida de una parte del capital natural nacional. Conlleva a la reducción de la cantidad y calidad de los bienes y servicios ambientales que brindan a la sociedad, a la reducción de la biodiversidad y a la pérdida de oportunidades para generar riqueza y bienestar social a través del aprovechamiento sustentablemente de los recursos naturales que poseen.