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La baja disponibilidad natural del agua y la sobreexplotación y contaminación de sus fuentes de abasto pueden hacer del recurso hídrico un factor limitante para alcanzar el desarrollo sustentable. Esta problemática no sólo compromete su abasto y la producción de alimentos para la población, sino que amenaza tanto la permanencia de los ecosistemas naturales que dependen de ella (terrestres, dulceacuícolas y marinos) como la provisión de los servicios ambientales que brindan a la sociedad. El indicador intensidad del uso del agua, que mide el volumen de agua necesario para producir una unidad de producto interno bruto (PIB), es una medida de la eficiencia con la que el país utiliza sus recursos hídricos en la economía. El aumento en la eficiencia en el uso de los recursos hídricos puede reducir la presión sobre las fuentes naturales de abasto y contribuir al uso sustentable del recurso.
El indicador ofrece una visión general de la eficiencia del uso del líquido en el país, sin embargo, enmascara diferencias regionales y en los diferentes sectores que la consumen. Se sugiere complementarlo con los indicadores relativos a la productividad de los sectores.
Este indicador también forma parte del Conjunto de Indicadores de Crecimiento Verde de la OCDE.
La reducción del valor del indicador puede interpretarse como el aumento en la eficiencia en el uso del agua en la economía, todo ello al emplearse un menor volumen de líquido para generar una unidad de producto interno bruto (PIB).