El acceso al agua potable es un servicio básico para el bienestar de la población. Cuando el agua no reúne los requisitos para el consumo humano, puede ser vehículo de patógenos como bacterias, virus o protozoarios que causan diversas enfermedades, algunas de las cuales están entre las causas más comunes de morbilidad y muerte en los países en desarrollo. De ahí que el acceso al agua potable, a prácticas de higiene adecuadas y el acceso a saneamiento mejorado sean elementos clave para mejorar el bienestar de los ciudadanos. El indicador mide el porcentaje de la población que habita viviendas particulares con agua entubada dentro de la vivienda o con acceso a llave o hidrante públicos.
Este indicador es utilizado por Naciones Unidas, el Banco Mundial y la OCDE como un indicador de la calidad de vida de la población y/o indicador de desarrollo sustentable en relación con el tema de salud. Pertenece también a los indicadores de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM; indicador 7.8). Dentro del Sistema Nacional de Indicadores Ambientales (SNIA), pertenece también al Conjunto de Indicadores Básicos del Desempeño Ambiental de México y a los de la Iniciativa Latinoamericana y Caribeña para el Desarrollo Sostenible (ILAC).
El aumento del valor del indicador denota el incremento del número de habitantes con acceso a agua potable, lo cual redunda en mejores condiciones de vida de la población en general.