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El producto interno neto ecológico (PINE) permite aproximar el impacto que las actividades económicas tienen en la economía a través del costo derivado del agotamiento de los recursos naturales y la degradación del ambiente. El PINE se calcula descontando al producto interno neto los costos asociados al agotamiento de los recursos naturales (que incluyen a los hidrocarburos, los recursos forestales y el agua subterránea) y la degradación del ambiente (en particular del suelo y por la contaminación del agua y la atmósfera). El indicador presenta la tasa de cambio anual del producto interno neto ecológico.
El indicador permite descontar el impacto que las actividades productivas generan sobre el medio ambiente. Sin embargo, no considera otras consecuencias de la actividad económica para las cuales no existen costos asociados o el deterioro es irreversible, como son las emisiones de bióxido de carbono (CO2) o la pérdida de biodiversidad, entre otros. Se recomienda considerar paralelamente otros indicadores relativos a la calidad ambiental.
Se considera que la evolución positiva del indicador denota un crecimiento positivo de la economía aun a pesar de descontar los costos económicos de los impactos ambientales de las actividades productivas. Es importante, sin embargo, no perder de vista la evolución del valor de los costos ambientales (y su proporción relativa al producto interno bruto) ocasionados por el agotamiento de los recursos naturales y la degradación ambiental.