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La razón de dependencia se calcula como el cociente de las personas económicamente dependientes (niños y adultos mayores) y las que se encuentran en edad productiva. Este indicador ofrece una visión de los cambios demográficos en términos de envejecimiento o rejuvenecimiento de la población; muestra el esfuerzo relativo teórico que la población en edad productiva debería realizar para sostener las necesidades y la calidad de vida de la población más vulnerable que no labora en un momento particular.
Es importante considerar que el indicador muestra una relación teórica entre la población dependiente y la población en edad productiva. En realidad no todas las personas menores a 15 años o mayores de 65 años se encuentran inactivas, ni todas las que pertenecen a la población en edad productiva se encuentran laborando en un momento particular. Se recomienda analizar el indicador en conjunto con otros relativos a las tasas de ocupación y de desempleo.
Este indicador también forma parte del Conjunto de Indicadores de Crecimiento Verde de la OCDE.
El aumento del valor de indicador denota, teóricamente, una mayor carga económica para la población en edad productiva. En el caso contrario, cuando la razón de dependencia es baja, se considera que existen las condiciones oportunas para mejorar el bienestar económico de las familias (por efectos de la mejora del ingreso y del ahorro), lo que aumenta la demanda y se considera que promueve la inversión y el desarrollo económicos de los países.