Justificación

Las comunidades rurales (en especial las de elevado grado de marginación) y con frecuencia también las localizadas en las zonas periféricas de las grandes ciudades, satisfacen buena parte de sus necesidades energéticas para cocinar y para la obtención de calor con biomasa, principalmente leña y carbón. Además de los problemas ambientales y de salud que acarrea el uso de estos combustibles en condiciones inadecuadas, desde el punto de vista energético resultan ineficientes. La mayoría de las veces conlleva, por un lado, a una disponibilidad de energía útil muy baja y, por otro, a un consumo excesivo que propicia la degradación de los ecosistemas proveedores del recurso.