Introducción
Los residuos sólidos urbanos (RSU), antes llamados residuos sólidos municipales (RSM), se definen como “los generados en las casas habitación, que resultan de la eliminación de los materiales que utilizan en sus actividades domésticas, de los productos que consumen y de sus envases, embalajes o empaques; los residuos que provienen de cualquier otra actividad dentro de establecimientos o en la vía pública que genere residuos con características domiciliarias, y los resultantes de la limpieza de las vías y lugares públicos, siempre que no sean considerados por la Ley como residuos de otra índole”, de acuerdo con la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (DOF, 2003 y 2007).
América Latina y el Caribe es la región más urbanizada del mundo, con una población urbana que creció del 61 a más del 78% entre 1975 y 2001. Con el aumento de la urbanización, el crecimiento económico y el aumento del consumo viene una mayor generación de residuos. Estudios recientes del Banco Mundial pronostican que se incrementará de 131 a 179 millones de toneladas del 2005 al 2030 en dicha región (Hoornweg and Giannelli, 2007).
En los últimos treinta años, la generación de residuos per cápita en Latinoamérica se ha duplicado y la composición ha cambiado de ser en su mayor parte orgánica a no biodegradable, lo que hace más difícil su manejo. Si bien hay avances en materia de rellenos sanitarios, éstos se orientan principalmente a las grandes ciudades (OPS, 2005). En zonas rurales la disposición es aún más descontrolada, siendo común que se depositen los desechos a cielo abierto, a orillas de caminos, en barrancas y cuerpos de agua (OPS, 2005). A pesar de no haber recibido tanta atención ni de contar con suficiente información, la descarga de desechos a los cuerpos de agua y al mar también continúa siendo un problema, ya que aumenta la eutrofización y la contaminación con compuestos orgánicos, substancias químicas, metales y patógenos (MEA, 2005).
Las afectaciones a la salud humana debidas a agentes físicos, químicos y biológicos contenidos en los RSU son el efecto principal de una deficiente gestión de los residuos. Los agentes típicos relacionados a los RSU que afectan la salud de los trabajadores y a la población expuesta a ellos son básicamente el olor y polvo, que pueden provocar cefalea, náuseas y estrés. Además, la presencia de fauna nociva (vectores) como ratas, cucarachas e insectos incrementa el riesgo de transmisión de enfermedades (por ejemplo, cólera o disentería). La acumulación de desechos en los drenajes que obstruye la circulación del agua pluvial durante la temporada de lluvias o del agua estancada durante la temporada seca, propicia la proliferación de estos vectores. La incidencia de dengue en países tropicales está asociada con la disposición inadecuada de vehículos abandonados, neumáticos y envases desechados en donde se almacena agua de lluvia que permite el desarrollo de los vectores (OPS, 2005). La presencia de microorganismos patógenos también se ve favorecida por el aporte continuo de papel higiénico, gasas y pañales desechables, entre otros; sin embargo, estos agentes patógenos son poco resistentes a las condiciones ambientales desfavorables y sobreviven por poco tiempo en el exterior. Son muy pocos los datos de morbilidad derivados de estudios epidemiológicos que permitan asociar las enfermedades con los RSU. Algunos agentes presentes en los RSU que pueden mencionarse como causantes de enfermedades son los responsables de problemas intestinales (Ascaris lumbricoides y Entamoeba coli, por ejemplo), de enfermedades de origen viral (como la hepatitis tipo B) y los microorganismos responsables de algunas dermatitis (OPS, 2005; IBAM, 2006).
Por otra parte, la presencia de RSU en los cuerpos de agua tiene diversas consecuencias; por ejemplo, en las aguas superficiales altera la estructura física del hábitat y afecta negativamente su calidad (Fatta et al., 2000; Fetter, 2001; MEA, 2005), mientras que las subterráneas pueden contaminarse por la infiltración de los lixiviados (para más detalles ver el capítulo de Agua en la sección de Calidad). La problemática se agudiza con la presencia de residuos industriales o de compuestos químicos, como los derivados de las pilas y baterías que contienen materiales tóxicos (Semarnap-INE, 1999; Semarnat-INE, 2004; IBAM, 2006).
En los tiraderos a cielo abierto se generan malos olores, humos, gases y partículas en suspensión debido a la quema provocada o espontánea de la basura y por el arrastre de los vientos. La contaminación atmosférica derivada de la quema en estos tiraderos y del uso de incineradores sin sistemas de control de la contaminación, representa un serio riesgo a la salud por la presencia compuestos organoclorados y otros productos químicos de significativa peligrosidad (MEA 2005; OPS, 2005; IBAM, 2006).
En México, el creciente volumen de residuos sólidos generados, la dificultad para su recolección, el agotamiento rápido de la vida de los rellenos sanitarios y el desperdicio de materiales dotados de valor, han hecho necesario el establecimiento de mecanismos para fomentar el reciclaje y compartir la responsabilidad del manejo de los residuos entre los sectores involucrados directa o indirectamente en su generación. Muestra de ello es la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, que trata aspectos de la prevención de la generación y la valoración de los materiales contenidos en los residuos (Cortinas de Nava, 2004; IBAM, 2006).
Referencias
Cortinas de Nava, Cristina. Legislación Mexicana sobre Planes de Manejo de Residuos y de Productos de Consumo que al Desecharse se Convierten en Residuos. Ponencia en el Taller de Trabajo Orientado a la Formulación de una Propuesta a Nivel Técnico de “Política Centroamericana sobre Residuos y Desechos Sólidos y de una Propuesta Regional Sobre Depósitos y Retornos”. 2004.
DOF. Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos. México. 2003 (8 de octubre).
DOF. Reforma a Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos. 2007 (19-Octubre).
Fatta, D. C., P. Naoum, P. Karlis y M. Loizidou. Numerical simulation of flow and contaminant migration at a municipal landfill. Journal of Environmental Hidrology. 8:1-11. 2000.
Fetter, C. W. Applied Hidrogeology. Prentice Hall. Nueva Jersey. 2001.
Hoornweg D., and N. Giannelli. Managing municipal solid waste in Latin America and the Caribbean. Integrated the private sector. Harnessing incentives. Grid Lines. Note No. 28-Oct. 2007. Washington, D.C. 20433. USA.
IBAM. Manual de gestión Integrada de residuos sólidos municipales. En: Ciudades de América Latina y el Caribe. 1ª. Edición 2006. Brasil. 2006. Documento en PDF. Disponible en:
http://www.gentein.com.mx/images/publicaciones/girs_esp.pdf. Fecha de consulta:26-03-2012.
MEA. Ecosystems and Human Well-being: Current state and trends. Waste processing and detoxification. USA. 2005.
OPS. Informe Regional sobre la Evaluación de los Servicios de Manejo de Residuos Sólidos Municipales en la Región de América Latina y el Caribe. Washington, DC. 2005.
Semarnat-INE. Contaminación por pilas y baterías en México. México. 2004.
Semarnap-INE. Minimización y Manejo Ambiental de los Residuos Sólidos en México. México. 1999.
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