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Introducción

La industrialización, el rápido crecimiento poblacional y los patrones de consumo son factores que han propiciado la sobreexplotación de los recursos naturales y la degradación ambiental (UNEP, 2007). Un claro ejemplo son los problemas atmosféricos que actualmente se presentan a lo largo del planeta. Entre ellos, los más importantes por sus efectos sobre la salud de la población y los ecosistemas naturales son la disminución de la calidad del aire, el proceso de cambio climático y la degradación o enrarecimiento de la capa de ozono estratosférico (PNUMA, 2003; UNEP, 2007).

Actualmente México enfrenta problemas de contaminación atmosférica en sus principales zonas metropolitanas, siendo el del valle de México el caso más conocido y documentado de disminución de la calidad del aire (Lacasaña-Navarro et al., 1999; Semarnat, 2008). Además, enfrentamos los efectos globales del cambio climático (IPCC, 2007) y contribuimos con la emisión de los llamados gases de efecto invernadero (GEI) y de las sustancias agotadoras de la capa de ozono estratosférico (SAO), aunque, en este último caso, los efectos más evidentes no se expresan en nuestro país sino en latitudes más altas (PNUMA, 2003).

Para entender y enfrentar esta problemática, se requiere tener información de los factores que la ocasionan (emisión de contaminantes), de la situación sobre la condición de la atmósfera, en términos de su alteración con respecto a su condición natural, así como conocer las medidas que se toman y de los efectos que éstas tienen en la solución de los problemas.

La atmósfera actúa como una capa protectora, regulando la temperatura de la Tierra y evitando la entrada de rayos solares dañinos -como los ultravioleta-. De manera natural, está compuesta por nitrógeno (N2), oxígeno (O2) y argón (Ar) principalmente, pero también tiene otros gases en concentraciones más bajas como vapor de agua (H2O), ozono (O3), bióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O; NASA, 2004). Sin embargo, como consecuencia de las actividades humanas, no sólo se ha alterado el balance natural de su composición sino que, incluso, ahora se encuentran otros compuestos que no se presentaban de manera natural (IPCC, 2007).

La emisión de contaminantes deteriora la calidad del aire y genera daños sobre la salud de las poblaciones y los ecosistemas (Lacasaña-Navarro et al., 1999; Rosales-Castillo et al., 2001; WB, 2002; PNUMA, 2003). Los principales contaminantes, llamados contaminantes criterio, que participan en el deterioro de la calidad del aire son: bióxido de azufre (SO2), monóxido de carbono (CO), bióxido de nitrógeno (NO2), partículas suspendidas, ozono (O3) y plomo (Pb; INE-Semarnat, 2007). Otros contaminantes, conocidos como GEI, que se emiten a la atmósfera y que son considerados importantes por sus efectos sobre el cambio climático son: bióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O; IPCC, 2007).

También como resultado de las actividades humanas se emiten las llamadas sustancias agotadoras de la capa de ozono estratosférico (SAO), como los clorofluorocarbonos (CFC),  hidroclorofluorocarbonos (HCFC) y halones. Estas sustancias contienen átomos de cloro y bromo, los cuales destruyen el ozono estratosférico que protege a la Tierra de los rayos ultravioleta, dañinos para los seres vivos (WMO, 2007).

Algunos de los compuestos emitidos tienen múltiples efectos y participan en más de uno de los problemas de contaminación atmosférica. Por ejemplo, el bióxido de azufre generado por los procesos industriales y durante la quema de combustibles con azufre, deteriora la calidad del aire (EPA, 2004; INE-Semarnat, 2007) y es considerados también como un gas de efecto invernadero (IPCC, 2007). También los CFC (usados como refrigerantes, solventes y en la fabricación de recipientes de espumas de poliuretano), los HCFC (sustitutos de los CFC) y los halones (usados como agentes extintores de fuego) son considerados como SAO (WMO, 2007) y Gases de Efecto Invernadero (GEI) al mismo tiempo (IPCC, 2007).

Debido a las características de los contaminantes, los problemas atmosféricos tienen efectos en diferentes niveles. El deterioro de la calidad del aire es considerado un problema local, ya que principalmente afecta a las ciudades, aunque debido a la dispersión de los contaminantes puede convertirse en un problema regional afectando a localidades vecinas (e. g., contaminación transfronteriza; PNUMA, 2003). En contraste, el calentamiento global es un problema que afecta el clima mundial (IPCC, 2007). Aunque la degradación del ozono estratosférico es un problema en el que participan todos los países, los impactos son regionales y se observan principalmente sobre Antártica, donde se presenta el llamado “agujero de ozono”; en Latinoamérica sus efectos se observan principalmente en Argentina, Chile, Brasil y Uruguay (PNUMA, 2003; WMO, 2007).

Es claro que los problemas atmosféricos son complejos, las fuentes de emisión son diversas y los contaminantes emitidos actúan en diferentes niveles. Actualmente existen  programas y convenios para el monitoreo de la calidad del aire, del cambio climático y del ozono estratosférico. Estos dos últimos se enmarcan en acuerdos internacionales como la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y la Convención para la Protección de la Capa de Ozono Estratosférico.
El presente capítulo propone indicadores que reflejan el estado de la atmósfera a nivel local y global, así como las presiones que sobre ella se ejercen y las medidas encaminadas a protegerla y frenar, revertir y mitigar su deterioro. El capítulo desarrolla por separado los temas de calidad del aire, cambio climático y ozono estratosférico.

 

Referencias

EPA. Protect your family and yourself from carbon monoxide poisoning. USA. 1997.

EPA. Sulfur dioxide nature and sources of the pollutant. 2004. Disponible en: http://www.epa.gov/air/airtrends/sulfur.html  Fecha de consulta: 16-10-2009.

INE-Semarnat. Tercer almanaque de datos y tendencias de la calidad del aire en nueve ciudades mexicanas. México. 2007. 

IPCC. Climate Change 2007: The Physical Science Basis. Summary for Policymakers. Contribution of Working Group I to the Fourth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change. 2007.

Lacasaña-Navarro M., C. Aguilar-Garduño y I. Romieu. Evolución de la contaminación del aire e impacto de los programas de control en tres megaciudades de América Latina. Salud Pública de México.
41:203-215. 1999.

NASA. Earth’s Atmosphere. 2004. Disponible en: http://www.nasa.gov  Fecha de consulta: 31-07-2009

PNUMA. GEO América Latina y el Caribe. Perspectivas del Medio Ambiente 2003. Costa Rica. 2003.

Rosales-Castillo J. A., V. M. Torres-Meza, G. Olaiz-Fernández, V. H. Borja-Aburto. Los efectos agudos de la contaminación del aire en la salud de la población: evidencias de estudios epidemiológicos. Salud pública de México. 43: 544-555. 2001.

UNEP. Global Environment Outlook. GEO 4 environment for development. Malta. 2007.

WB. Improving ir Quality in Metropolitan Mexico City. An Economic Valuation. The Mexico Air Quality Management Team. Policy Research Dissemination Center. 2002.

WMO. Scientific assessment of ozone depletion: 2006, Global ozone research and monitoring project—report núm. 50. Switzerland. 2007.