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Introducción

La contaminación del aire es considerada como un problema local y regional. La rápida urbanización ha dado como resultado un incremento de las emisiones de contaminantes al aire debido al transporte, producción de energía y actividades industriales concentradas en estas áreas densamente pobladas. Este tema está recibiendo una creciente atención, ya que una proporción cada vez mayor de la población mundial vive en centros urbanos y demanda un ambiente más limpio (Campos et al., 2008).

La organización mundial de la salud (OMS) estima que cada año mueren prematuramente 800,000 personas de cáncer pulmonar y enfermedades cardiovasculares y respiratorias causadas por la contaminación del aire.  Otros efectos adversos sobre la salud incluyen, aumento de la incidencia de desnutrición crónica, infecciones respiratorias agudas, exacerbación del asma, deterioro de la funcionalidad pulmonar,  irritación de los ojos y el incremento en la mortalidad de niños menores de cinco años y personas susceptibles (Lacasaña-Navarro et al., 1999; WB, 2003; Dockery y Pope, 2006). La mala calidad del aire también tiene efectos negativos significativos sobre las construcciones y los ecosistemas. Por ejemplo, la presencia de bióxido de azufre y óxidos de nitrógeno genera lluvia ácida que, además de dañar edificios, se filtra en el suelo haciéndolo más ácido, afectando con ello a las plantas y a otros seres vivos (Environment Canada, 2007; EPA, 2009).

La disminución de la calidad del aire en México comenzó a hacerse más evidente hacia finales de los años ochenta, cuando empezaron a resentirse los efectos de la contaminación en la Ciudad de México (SE et al., 2003). Como respuesta se iniciaron los esfuerzos para contar, tanto con información acerca de los factores que más afectan la calidad del aire, como del estado de la calidad del aire en las principales ciudades del país. Además de factores climáticos y geográficos, la calidad del aire depende de las emisiones de contaminantes a la atmósfera provenientes tanto de sectores relacionados con las actividades humanas (e. g., industrial, transporte y agrícola), como de fuentes naturales (e. g., terrenos desprovistos de vegetación e incendios forestales). Por ello, un componente indispensable para el diseño y la aplicación de cualquier programa encaminado a resolver el problema de la contaminación del aire, es la información sobre las principales fuentes de contaminantes atmosféricos y los volúmenes emitidos por cada uno de los sectores (SMAGDF, 2008). En México se realizaron inventarios de emisiones para las principales zonas urbanas a mediados de los años noventa. Aunque se considera que la periodicidad adecuada para su evaluación es de dos años, las dificultades asociadas a la coordinación entre autoridades locales y federales han impedido su actualización regular (Semarnat, 2009); excepto para la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), la Zona Metropolitana del Valle de Toluca (ZMVT), Ciudad Juárez y Salamanca, para las cuales se tienen inventarios de más de una fecha. En 2006 se publicó el primer inventario nacional de emisiones contaminantes para todos los estados y municipios del país (Semarnat-INE, 2006) pero con información de 1999.

Actualmente se tiene un monitoreo en diferentes ciudades y zonas metropolitanas de algunos de los principales contaminantes identificados: bióxido de azufre (SO2), monóxido de carbono (CO), bióxido de nitrógeno (NO2), partículas suspendidas (PST), partículas menores de 10 micras (PM10), ozono (O3) y plomo (Pb), conocidos como contaminantes criterio. El número de contaminantes registrados varía entre las diferentes ciudades en función de los intereses y problemas particulares de cada una de ellas. Para cada contaminante se determinó, además, el estándar o norma de calidad que establece las concentraciones máximas que no debieran sobrepasarse en un tiempo definido, con la finalidad de proteger la salud de la población, inclusive la de los grupos más susceptibles (Semarnap-INE, 2000; INE-Semarnat, 2007a). En la actualidad se miden también las partículas menores a 2.5 micras en algunas ciudades y zonas urbanas (PM2.5).

Con el propósito de atender de manera integral el problema en la zona metropolitana del valle de México, en 1990 se acordó la instrumentación del Programa Integral contra la Contaminación Atmosférica en el Valle de México (PICCA). Posteriormente, se desarrollaron programas para mejorar la calidad del aire (llamados Proaires) en las principales ciudades del país (ZMVM, zonas metropolitanas de Guadalajara, Monterrey y Valle de Toluca, Ciudad Juárez, Mexicali y Tijuana-Rosarito). Más recientemente se publicaron el Programa para Mejorar la Calidad del Aire en Salamanca 2007-2012, el Programa de Gestión de la Calidad del Aire de  Ciudad Juárez 2006-2012, el Programa para Mejorar la Calidad del Aire en León 2008-2012, Aire Limpio: Programa para el Valle de Toluca 2007-2011  y el Programa de Gestión de la Calidad del Aire en la Zona Metropolitana del Valle de Puebla  2006-2011, (Semarnat, 2006; SMRN-Puebla, 2006;  GEG, et al., 2007 GEM y Semarnat, 2007; GEG, et al., 2008). Los Proaires incorporan en general medidas para el abatimiento y control de las emisiones de contaminantes y se fundamentan en la relación existente entre la emisión de los contaminantes por las fuentes que los producen y el impacto que ocasionan en la calidad del aire y en la salud de la población (Semarnap-INE, 2000; SE et al., 2002).

 

Referencias

Campos, A., R. Gomez, L. Licon, J. Carrillo, E. Ramírez y E. F. Herrera. Monitoreo de contaminantes atmosféricos en la ciudad de Chihuahua (Norte de México) como una herramienta para la gestión de la calidad del aire. Revista Latinoamericana de Recursos Naturales 4:357-366. 2008.

Dockery, D. W y C. A. Pope. Health Effects of Fine Particulate Air Pollution: Lines that Connect. J. Air & Waste Manage. Assoc. 56:709–742. 2006.

Environment Canada. Statistique Canada y health Canada. Canadian environmental sustainability indicators. 2007. Canada. 2007.

EPA. Effects of Acid Rain. 2007. Disponible en:
http://epa.gov/acidrain/what/index.html Fecha de consulta: 28-07-2011.

GEG, Semarnat, SE, IEEG. Programa para mejorar la calidad del aire en Salamanca, 2007-2012. México 2007.

INE-Semarnat. Tercer almanaque de datos y tendencias de la calidad del aire en nueve ciudades mexicanas. México. 2007a. 

Lacasaña-Navarro M., C. Aguilar-Garduño e I. Romieu. Evolución de la contaminación del aire e impacto de los programas de control en tres megaciudades de América Latina. Salud Pública de México. 41:203-215. 1999.

SE, GEM, SMAGDF, Semarnat y SS. Programa para Mejorar la Calidad del Aire de la Zona Metropolitana del Valle de México 2002-2010. México. 2003.

Semarnap-INE. Gestión de la calidad del aire en México. Logros y retos para el desarrollo sustentable 1995-2000. México. 2000.

SEMARNAT-INE. Inventario nacional de emisiones de México, 1999. México. 2006.

Semarnat, Gobierno del Estado de Chihuahua,y Gobierno Municipal de Ciudad Juárez. Programa de Gestión de la Calidad del Aire de Ciudad Juárez, 2006-2012. México. 2006. 

Semarnat. Informe de la situación del medio ambiente en México. Compendio de estadísticas ambientales, 2008. México, 2009.

SMAGDF.  Inventario de emisiones de contaminantes criteria de la Zona Metropolitana del Valle de México 2006. México. 2008.

SMRN-Puebla. Programa de gestión de la calidad del aire en la Zona Metropolitana del Valle de Puebla, 2006-2011. México. 2006.

WB. Urban air pollution. Healt impacts of outdoor air pollution. 2003. World Bank Group USA. 2003.