Introducción



México, al igual que muchos países del mundo, enfrenta el deterioro y la pérdida de su valioso capital natural. Su población cada vez más numerosa ha impuesto, en las últimas décadas, un mayor ritmo e intensidad a la explotación de los recursos naturales, lo que ha llevado, inevitablemente, a la degradación de los ecosistemas naturales y al crecimiento de los volúmenes de residuos que se emiten al aire y se depositan en la tierra y las aguas nacionales. Ante esta situación, para el gobierno federal resulta impostergable la necesidad de tomar acciones encaminadas a detener y revertir la degradación de los ecosistemas y explotar racionalmente los recursos naturales.

La información resulta esencial en este proceso. Es indispensable identificar y documentar las presiones y amenazas sobre el ambiente, así como su situación y las tendencias de deterioro. Debe añadirse también la información que conduzca a la evaluación de la efectividad de los programas y las acciones que se implementan tanto para reducir las presiones como para mejorar la condición ambiental. En este sentido, los indicadores son una de las mejores y más utilizadas herramientas para que la sociedad y los tomadores de decisiones obtengan una visión lo más completa posible del estado del ambiente, de los factores que lo amenazan y de la efectividad de las políticas públicas encaminadas a la solución de la problemática ambiental.

El conjunto de Indicadores Básicos del Desempeño Ambiental de México forma parte del Sistema Nacional de Indicadores Ambientales (SNIA) y tiene como principal objetivo brindar información que describa las tendencias de cambio y la situación actual del medio ambiente y los recursos naturales del país, así como las presiones que los amenazan y las respuestas institucionales que atienden su problemática. El Conjunto Básico documenta, con la información más actualizada disponible, alrededor de 115 indicadores que cubren los temas ambientales prioritarios de la agenda nacional: atmósfera (con indicadores sobre la calidad del aire, cambio climático y ozono estratosférico), agua, suelos, residuos (tanto urbanos como peligrosos) y recursos forestales y pesqueros, además de algunas secciones especiales que, aunque no tienen la relevancia de los temas generales, son importantes por los temas que tratan. A cada uno de los indicadores lo acompañan los datos estadísticos que lo sustentan y su ficha técnica o metadato. Se han incluido además, cerca de 450 variables en forma de tablas, gráficas o mapas, que permiten al lector conocer los temas con mayor amplitud y obtener una mejor interpretación de los indicadores.

Además de las fichas de los indicadores, en cada uno de los temas se presenta una breve introducción que describe la importancia del tema y su problemática general, un par de secciones en las que se incluyen las justificaciones a los indicadores y sus referencias bibliográficas. La organización de los indicadores del tema se muestra de acuerdo con el modelo PER (Presión-Estado-Respuesta), a través del cual se puede acceder rápidamente a las fichas de cada uno de los indicadores.

Se incluye también la base conceptual y los antecedentes que explican la selección y organización de los conjuntos de indicadores ambientales. Si bien cualquier lector puede encontrar útil e interesante esta sección, en realidad está concebida como un apoyo para los encargados de desarrollar este tipo de indicadores en los gobiernos estatales, municipales y otras dependencias, quienes durante los últimos años han comenzado a trabajar en el desarrollo de sus propios conjuntos de indicadores.