Atmósfera - ozono estratosférico


Indicadores de respuesta


Consumo de sustancias alternativas

Los hidroclorofluorocarbonos (HCFC) son considerados como compuestos alternativos a los CFC, ya que ambos poseen carbón, cloro y flúor. Sin embargo, los HCFC además contienen hidrógeno, lo que reduce su persistencia en la atmósfera (es decir, una vida media más corta) y los hace menos dañinos (liberan menos átomos de cloro; WMO et al., 2007). Los HCFC consumidos en México (HCFC-22, 123, 124, 141b, 142b y 225) poseen potenciales de agotamiento de la capa de ozono entre 0.02 y 0.11, sustancialmente menores que los CFC que van desde 0.6 a 1.0 (Semarnat, 2009). El uso de estas sustancias contribuye en gran medida al cumplimiento de los objetivos de eliminación de CFC, ya que los HCFC pueden usarse como refrigerantes, disolventes y en la fabricación de algunos recipientes de espumas de poliuretano (Department of Trade and Industry, 2000; WMO et al., 2007). No obstante, al ser SAO, su producción y consumo también están controlados por el Protocolo de Montreal (UNEP, 2005). El consumo nacional ponderado de HCFC permite evaluar la respuesta de México ante el problema del adelgazamiento de la capa de ozono a través de la sustitución paulatina de las SAO tradicionales. Al ponderar el consumo por su potencial de agotamiento de ozono, se obtiene una evaluación más cercana al efecto real que tienen los HCFC sobre la capa de ozono. La OCDE, y las Naciones Unidas en los indicadores de los Objetivos de Desarrollo del Milenio proponen un indicador de consumo ponderado de diversas SAO, entre las que incluyen a los HCFC (OECD; 2005; UN, 2008).


Inversión en proyectos de tecnologías limpias

En México, la sustitución de SAO altamente destructoras del ozono por sustancias alternativas se realiza mediante el apoyo de proyectos de inversión en los sectores de refrigeración doméstica y comercial, solventes, espumas de poliuretano, aire acondicionado (que emplean CFC) y fumigación (que usa bromuro de metilo) (PNUMA, 2008). El órgano internacional que se encarga de administrar los recursos para apoyar los proyectos de adopción de tecnologías limpias es el Fondo Multilateral para la Implementación del Protocolo de Montreal (Multilateral Fund for the Implementation of the Montreal Protocol, 2009). El principal objetivo del Fondo Multilateral es auxiliar a los países en desarrollo que son parte del Protocolo de Montreal, con niveles de consumo y producción anual per cápita de SAO menores a 0.3 kilogramos, a fin de que cumplan con las medidas de control del protocolo. A estos países se les conoce como Artículo 5, y entre ellos se encuentra México (Multilateral Fund for the Implementation of the Montreal Protocol, 2009). El indicador de fondos otorgados a México por el Fondo Multilateral para la Implemntación del Protocolo de Montreal muestra la respuesta a nivel país, orientada a reducir el uso de las SAO en actividades productivas específicas. No se cuenta con referencia internacional para este indicador en particular. Si bien la OCDE propuso el gasto en tecnologías limpias en su Core Set (OECD, 1993), éste no ha sido abordado en sus publicaciones posteriores.