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    Recursos Forestales
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Indicadores de respuesta

Plantaciones forestales comerciales

Una de las estrategias empleadas para reducir la presión que sufren los ecosistemas forestales e incrementar la producción forestal, maderable y no maderable, ha sido el establecimiento de plantaciones forestales comerciales (Evans y Turnbull, 2004). Las plantaciones forestales se definen como bosques de especies introducidas, y algunas veces nativas,  establecidas por plantación o siembra, con pocas especies, esparcimiento regular y edad uniforme. Las plantaciones forestales comerciales están concebidas predominantemente para el suministro de madera, fibra y productos forestales no madereros (FAO, 2006).

En México, en 1997 se creó el Programa de Desarrollo de Plantaciones Forestales Comerciales (PRODEPLAN; Conafor, 2006a), cuyo objetivo es apoyar el establecimiento de plantaciones forestales comerciales a fin de reducir las importaciones de productos forestales y crear, al mismo tiempo, alternativas de desarrollo sustentable, así como promover la diversificación productiva en el país. El programa está basado en la reconversión al uso forestal de terrenos que alguna vez fueron desmontados con fines agropecuarios. En las plantaciones comerciales de México se cultivan sobre todo árboles para producir madera sólida y celulosa, por lo que se prefieren especies como pino, teca, melina, cedro rojo, caoba y eucalipto (Semarnat, 2003). En las regiones tropicales, que es donde se ubica la mayor parte de los proyectos, se plantan principalmente especies de maderas preciosas o decorativas (Semarnat, 2003). El indicador superficie plantada, verificada y pagada de plantaciones forestales comerciales denota el esfuerzo encaminado a reducir la presión sobre los recursos forestales nacionales e incrementar la producción maderable y no maderable.

 

Manejo forestal sustentable

En la segunda mitad de la década de los noventa surgieron iniciativas gubernamentales como el Programa de Desarrollo Forestal (Prodefor) y el Proyecto de Conservación y Manejo Sustentable de Recursos Forestales en México (Procymaf) para impulsar el manejo de los bosques nativos del país. El Prodefor fue creado en 1997 y desde entonces ha gestionado los recursos económicos con los gobiernos estatales y municipales para promover el aprovechamiento legal, con buen manejo técnico y con justa distribución de los beneficios de los recursos naturales. Por su parte, el Procymaf inició su operación en el mismo año como proyecto piloto enfocado a mejorar el aprovechamiento y la conservación de los recursos naturales por parte de ejidos y comunidades forestales, y a generar y aumentar las opciones de ingreso de dichas comunidades en seis estados forestales prioritarios (Chihuahua, Durango, Guerrero, Jalisco, Michoacán y Oaxaca). El Procymaf complementa la visión productiva del Prodefor, asistiendo a ejidos y comunidades forestales en regiones prioritarias para mejorar el manejo de sus recursos forestales bajo esquemas de silvicultura comunitaria que generan procesos de desarrollo local. Está orientado a fortalecer las actividades de tres de los actores principales del sector forestal: productores de comunidades y ejidos, prestadores de servicios técnicos y profesionales e instituciones federales y estatales encargadas de las actividades de conservación y desarrollo forestal. (Conafor, 2006c y Conafor, 2008).  El indicador superficie incorporada al manejo forestal sustentable, que incluye los logros alcanzados por ambos programas, señala el esfuerzo gubernamental encaminado al manejo sustentable de la riqueza forestal del país.  

 

Tratamiento de plagas forestales

Con objeto de proteger los recursos forestales del país, también se han tomado acciones encaminadas al combate de las plagas forestales. De manera periódica, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) realiza recorridos por bosques y selvas con la finalidad de efectuar inspecciones de sanidad forestal. Sin embargo, la extensión de las áreas forestales es tan grande que resulta prácticamente imposible inspeccionarlas en su totalidad, por lo que el diagnóstico se efectúa mediante recorridos aéreos y terrestres en áreas de alto riesgo por la presencia de plagas. Una vez detectadas las zonas afectadas por plagas, se procede a aplicar el tratamiento correspondiente para su eliminación. Entre las plagas y enfermedades que son atendidas, ya sea por su importancia nacional, regional o local destacan el muérdago y otras plantas parásitas, los descortezadores, defoliadores, barrenadores, los insectos de conos y semillas y los chupadores de savia (Conafor, 2003). En este sentido, el indicador superficie afectada por plagas forestales que recibió tratamiento señala el esfuerzo que en materia de salud forestal se realiza a nivel nacional. 

 

Reforestación

La reforestación es una de las principales acciones para rehabilitar los sitios afectados por los desmontes, cambios de uso del suelo, incendios y plagas forestales. Estas medidas contribuyen a la recuperación de la cubierta vegetal y al mantenimiento de la calidad del ambiente de las zonas forestales. El Programa de Conservación y Restauración de Ecosistemas Forestales (Procoref) tiene ahora a su cargo, entre otras atribuciones, las que desde 1997 y hasta 2004 realizaba el Programa Nacional de Reforestación (Pronare) en relación a la reforestación, siendo su objetivo la restauración de la cubierta vegetal en sitios estratégicos del país con las especies adecuadas (Conafor, 2006b). Es importante señalar que aun cuando los objetivos de la reforestación pueden no estar orientados hacia el posterior aprovechamiento forestal, esta actividad contribuye a la salud de las zonas forestales, evitando la degradación del hábitat entre otros efectos. El indicador superficie reforestada muestra los esfuerzos nacionales en materia de reforestación y recuperación de la cubierta vegetal. Este indicador está considerado dentro del Report on Sustainable Development Indicators de Grecia (NCESD, 2003).

 

Inspecciones forestales

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), con el apoyo de la Ley Forestal de 1992, dirige la vigilancia de todas las actividades forestales. Instrumenta su fortalecimiento mediante visitas de inspección y auditorías técnicas, realizadas por inspectores distribuidos en los 32 estados del país. El Programa de Inspección y Vigilancia Forestal que lleva a cabo se orienta a la verificación de los aprovechamientos forestales, a los centros de almacenamiento, transformación de los productos y a su transporte. Asimismo, la Profepa realiza acciones de vigilancia sistemática en áreas forestales, operativos especiales en áreas críticas, atiende las denuncias específicas de la ciudadanía y realiza actividades de formación, capacitación y seguimiento de los grupos de vigilancia participativa (Profepa, 2009). El indicador inspecciones, operativos y resoluciones forestales revela la labor de vigilancia del cumplimiento de la normatividad forestal que se lleva a cabo en el país. Este indicador está también presente en la Agenda 21 for the Baltic Sea Region (Baltic 21, 2000).