Programa Nacional Contra la Sequía

La sequía generalizada en México en el periodo 2010-2012 motivó un cambio en la manera de atender este fenómeno. Se construyeron elementos legales y se documentó la experiencia de coordinación y atención de contingencias para que se planteara cambiar la atención a los fenómenos hidrometeorológicos, pasando de la reacción frente a las emergencias, hacia un modelo preventivo; de esta manera, en 2013 se creó el Programa Nacional contra la Sequía (PRONACOSE).

El Programa consiste en la atención, seguimiento, mitigación y prevención al fenómeno recurrente de la sequía en el territorio nacional. El objetivo es la elaboración de instrumentos que permitan la gestión integrada de los Consejos de Cuenca en relación al manejo del recurso hídrico bajo los efectos de este fenómeno natural, en torno a un nuevo enfoque proactivo y preventivo.

El Programa está siendo administrado por el gobierno federal a través de la Comisión Nacional del Agua y se implementa por un grupo de instituciones, que incluye a universidades públicas, centros de investigación y organismos de gobierno, además de especialistas nacionales e internacionales en la materia.

Los dos elementos del Programa son:

1. Prevención (monitoreo-alertamiento; programas por cuenca, por usuario o uso; investigación, evaluación y actualización de los programas).

2. Mitigación o Atención (que incluye acciones durante y después del evento de sequía). En las acciones de mitigación se busca reducir la participación federal y aumentar la participación local; y se complementa con una línea de acción que corresponde a los actos de autoridad para garantizar el agua para consumo humano.

Prevención:

Este elemento está compuesto por acciones que se realizan previamente a una sequía:
 Monitoreo y alerta temprana.
 Elaboración, implementación y evaluación de Programas de Medidas de Prevención y Mitigación a la Sequía (PMPMS).
 Fortalecimiento del marco legal y la coordinación institucional.
 Capacitación.
 Comunicación y divulgación.
 Investigación.

Todas estas acciones van dirigidas a disminuir la vulnerabilidad de la sociedad, es decir, a incrementar su capacidad de resiliencia ante una sequía, de modo que los efectos sean mínimos.

Como una condición indispensable en la elaboración de los PMPMS se debe conocer la vulnerabilidad, ya que es a partir de esta información como se definirán las principales acciones del programa. Puesto que la ejecución de dichas acciones tiene que ver con diversos sectores y los tres niveles de gobierno, se deberá desarrollar y llevar a la práctica una organización entre actores que asegure la optimización de los recursos y las acciones, y se propone que alguno de los mecanismos que ya existen en los consejos de cuenca sirvan para tal propósito, a reserva de que posteriormente se asuman distintas coordinaciones a nivel estatal, municipal o por sector de usuarios específico.

Mitigación o atención oportuna:

El elemento de mitigación o atención oportuna está conformado por todas las acciones que se realizan durante el evento de una sequía. En una primera instancia durante 2013, esto se atendió siguiendo los procedimientos institucionales reactivos que ya están definidos en las distintas dependencias del gobierno federal, mientras se desarrollan los PMPMS. Para tal efecto, la constitución de la Comisión Intersecretarial para Atención de las Sequías e Inundaciones es el marco de coordinación a nivel federal para la aplicación de los recursos del Fondo Nacional de Desastres (FONDEN) y de las dependencias del gobierno federal. Se establece además el Grupo de Trabajo que revisa los distintos programas federales y sus reglas de operación para una aplicación eficaz y eficiente orientada a mitigar los efectos de la sequía.

Una de las primeras definiciones en cuanto a la atención de las sequías distinta a como anteriormente se hacía es que se busca desde el principio que las autoridades locales tengan más peso en las acciones, siendo el gobierno federal solo un apoyo subsidiario en las zonas de mayor impacto, principalmente con apoyo humanitario.

En el contexto del Programa, las decisiones para las acciones por lo general se toman sobre la base de escenarios previamente estudiados, y la ejecución de las acciones que se decidan habrán de seguir protocolos no solamente ya delineados sino en lo posible incluso hasta practicados mediante simulacros. Lo anterior implica que, con anticipación, se haya definido la estructura de coordinación entre las instituciones participantes (públicas o privadas), para evitar duplicidad u omisión.

Para atender una sequía en curso, la mitigación comienza en el momento en que el fenómeno es declarado de manera oficial por la Comisión Nacional del Agua, sin embargo, no finaliza exactamente cuando la Comisión declara su conclusión, sino que se extiende hasta lograr que las condiciones hídricas permitan continuar de manera usual con las actividades productivas.

Una parte muy importante que corresponde a Comisión es la instrumentación de medidas de excepción contemplados en los lineamientos generales, por lo cual se desarrolla el protocolo jurídico administrativo que permite la publicación e implementación de los acuerdos de carácter general para garantizar el abasto de agua para consumo humano mientras dure la sequía en grado severo o superior.

Este esfuerzo de la administración pública para atender la sequía se inserta en las actividades internacionales que la Organización Meteorológica Mundial y otros organismos de escala mundial han emprendido para fortalecer la generación de políticas nacionales para atender la sequía.

 

 

Fuente: Comisión Nacional del Agua, Política Pública Nacional para la Sequía. Documento rector, CONAGUA, México, 2014, consultado en http://www.pronacose.gob.mx/pronacose14/Contenido/Documentos/Documento%20Marco.pdf.