Introducción


 

La actividad turística es una fuente importante de divisas en México. La diversidad del patrimonio biofísico, cultural y recreativo del país configura un conjunto de condiciones propicias para su expansión. Los sitios y recursos costeros, en particular, son centros de atracción para la actividad económica y el esparcimiento, a la par de ser proveedores de productos industriales y alimenticios para la población. Por ello, los ecosistemas dentro de las regiones turísticas están sujetos constantemente a perturbaciones y degradación.

Las actividades turísticas tienen efectos sobre el medio ambiente y la forma en que se lleven a cabo estas actividades determinará la magnitud del impacto.

La gestión del turismo ha ido involucrado la coparticipación de diferentes instituciones y actores, con lo que se generan esquemas amplios de colaboración orientados hacia la sustentabilidad del sector. Desde programas como la implementación de la Agenda 21 para el desarrollo del turismo, hasta acciones como la conformación de la Comisión Ejecutiva del Turismo, marcan la tendencia intersectorial y transversal de las políticas aplicadas.

Una forma de minimizar los efectos del turismo en el ambiente es la práctica del turismo sustentable. Este concepto se ha introducido hace relativamente poco tiempo y uno de sus principios es que busca impactar lo menos posible al ambiente. El turismo alternativo, el cual incluye al ecoturismo y al turismo de aventura, es un tipo de turismo sustentable.

En lo concerniente al amortiguamiento del impacto del gran turismo sobre el medio, Fonatur aplica acciones en centros de desarrollo turístico mediante el Sistema de Atención y Control Ambiental.