Introducción


Los medios de transporte constituyen parte fundamental para la vida económica y social de los países, al interconectar las distintas actividades productivas y sociales, así como los movimientos de personas y bienes dentro y entre los países. Sus actividades –construcción de carreteras, puertos, aeropuertos y aprovisionamiento de combustibles, entre otras– conllevan el consumo de recursos naturales y materiales, como agua, suelo y energía, provocando transformaciones al ambiente y al paisaje. Al consumir para su tarea diversos combustibles, el transporte es de las ramas económicas con mayor incidencia en el total de las emisiones contaminantes de la atmósfera.

La contaminación y los problemas que el transporte ocasiona incluyen: emisión de contaminantes atmosféricos, generación de ruido, congestionamiento vial, accidentes, generación de chatarra y residuos de aceites y lubricantes, así como riesgos asociados al traslado de desechos y sustancias peligrosas. La magnitud y efectos de la contaminación dependen del tipo o modo de transporte. Aunque los transportes aéreo, ferroviario y acuático también impactan al ambiente (particularmente, en este último caso, la contaminación por derrame de buques petroleros), es el transporte terrestre el que ejerce mayor presión.

Las secciones de las cuales está compuesto este tema son el Parque vehicular y movimiento de pasajeros, vehículos registrados en circulación, equipo de transporte de pasajeros (carretero, ferroviario marítimo y aeronáutico), así como edad de la flota de vehículos de transporte público y consumo de energía por modo de transporte.

El establecimiento de normas que regulen la emisión de contaminantes es una de las medidas necesarias para enfrentar el problema y, al respecto, se presentan los límites de emisiones para vehículos nuevos y en circulación.