Introducción


 

Las prácticas agropecuarias pueden tener efectos negativos sobre los recursos naturales como resultado de un uso incorrecto de la tierra. Estos efectos pueden ser la contaminación del suelo, del agua y de la atmósfera además de la desaparición de vida silvestre. Por lo que es necesario encontrar la manera de que la práctica de estas actividades coexista con el medio ambiente.

El propósito de este apartado es mostrar un panorama de las condiciones estructurales y económicas del campo, presentando una selección de variables que describen aspectos relevantes del sector agropecuario, y que además permiten una aproximación a la tarea de evaluar los impactos e intensidad de uso de los recursos naturales.

En primer lugar se presenta la estructura de la actividad agrícola, cómo se conforma la distribución de la tierra ejidal y la relación que existe entre la actividad agrícola y el uso del agua.

Debido a la diversidad de ecosistemas, México produce una amplia variedad de productos agrícolas. Las mayores extensiones de superficie se dedican a la siembra de los cultivos para el ciclo primavera-verano, pues la mayor parte de las tierras es de temporal. A su vez, la agricultura de riego se practica principalmente en las zonas áridas y semiáridas con el uso de tecnología moderna y orientada al monocultivo y la utilización intensiva de agroquímicos. Esta información se presenta en la segunda sección de este tema.

Asimismo se proporciona información sobre la producción y el rendimiento de los principales cultivos, tanto cíclicos como perennes cuya información proviene del Sistema Nacional de Información Agropecuaria de Consulta (SIACON) de Sagarpa.

Respecto a la actividad ganadera, se ubican las áreas de agostadero, que constituyen superficies importantes de aprovechamiento para la obtención de forrajes, así como las principales entidades generadoras de productos pecuarios.

La última sección de este tema presenta información sobre el uso de agroquímicos que son de suma importancia económica y ambiental. Además de la producción de fertilizantes se incluyen datos sobre producción de insecticidas y plaguicidas, sustancias ampliamente utilizadas en el control de plagas y malezas, pero que tienen efectos no restringidos a sus especies objetivo, afectando por ello a la diversidad local, tanto de especies vegetales como animales así como a las relaciones de éstas en los ecosistemas a los que pertenecen.