Metodología de la evaluación de la degradación del suelo en México

Las primeras estimaciones nacionales sobre la degradación de los suelos en México se realizaron a mediados de los años cuarenta. Los esfuerzos más recientes se iniciaron en la década de los noventa e incluyeron no sólo la evaluación de la erosión, sino también los procesos relacionados con las actividades humanas que degradan el suelo.

En 1997, la entonces Semarnap preparó un Mapa de la Evaluación de la Degradación del Suelo a escala 1:4,000,000 que sirvió como base para una evaluación más detallada en 1999 (a escala 1:1,000,000) siguiendo la metodología GLASOD ( Global Assessment of Soil Degradation, 1988) . En esta evaluación, el país fue dividido en unidades fisiográficas homogéneas en topografía, clima, vegetación, geología, suelo y uso del suelo; cada unidad fue visitada y se evaluó el tipo y la intensidad de la degradación del suelo y se estimó visualmente el porcentaje de la unidad en condiciones de degradación. En esta metodología se reconocen dos grandes categorías de procesos de degradación del suelo: la degradación por desplazamiento del material del suelo, que tiene como agente causal a la erosión hídrica o eólica y la degradación resultante de su deterioro interno, que considera a los procesos de degradación química, física y biológica. Cabe señalar que esta última fue estimada de manera específica por cada país que adoptó la metodología GLASOD, obteniéndose en el caso de Mexico a partir de la evaluación de las quemas agropecuarias y de los incendios forestales. Según el estudio, 64% de los suelos del país presentaban o estaban en el área de influencia de los procesos de degradación.

Aunque la evaluación de 1999 aportó información valiosa, su escala la hacía inadecuada para diseñar programas de manejo o de restauración de suelos. Por esta razón, en 2001, como parte del Inventario Nacional Forestal y de Suelos 2000-2006 que realiza la Semarnat , se llevo a cabo el proyecto “Evaluación de la Degradación de los Suelos Causada por el Hombre en la República Mexicana a escala 1:250,000”, en colaboración con el Colegio de Postgraduados. Su elaboración se hizo a partir de una valoración directa de los suelos de México en campo y se basó en la metodología de Evaluación de la Degradación del Suelo causada por el hombre, propuesta por Van Lyden y Oldeman, conocida como ASSOD (Assessment of the Status of Human-induced Soil Degradation, 1997, promovida por la FAO ), la cual se fundamenta en la metodología de GLASOD con algunas modificaciones, tal como la eliminación del proceso de degradación biológica debido a que se buscó homogeneizar la instrumentación de la metodología ya que dicho proceso era estimado a través de diferentes variables según la disponibilidad de información que tuviese cada país. Sin embargo, se mantiene un acercamiento de la metodología ASSOD a la degradación biológica a través de la incorporación de la perdida de fertilidad del suelo dentro de la degradación química.

Los tipos de degradación de suelos que se consideraron fueron:

Erosión hídrica con

    • pérdida del suelo superficial (laminar/lavado superficial)

    • deformación del terreno (presencia de cárcavas, de canales o movimiento de masas)

    • efectos de la erosión hídrica fuera del sitio

Erosión eólica con

    • pérdida del suelo superficial

    • deformación del terreno

    • efectos de la erosión eólica fuera de sitio

Degradación química por

    • pérdida de la fertilidad

    • contaminación

    • salinización

    • eutroficación

Degradación física por

    • compactación

    • encostramiento y sellamiento

    • anegamiento

    • pérdida de la función productiva

    • hundimiento del suelo superficial

    • disminución de la disponibilidad de agua

Además se consideraron a las siguientes unidades como terrenos sin degradación aparente:

Terrenos estables:

    • bajo condiciones naturales

    • bajo influencia humana

Terrenos sin uso:

    • desiertos

    • regiones áridas montañosas

    • afloramientos rocosos

    • dunas costeras

    • planicies salinas

En tanto que las causas principales de degradación de suelos que se incluyeron en este estudio fueron:

    • Actividades agrícolas: manejo inapropiado de los terrenos arables.

    • Deforestación y remoción de la vegetación: la casi total remoción de la vegetación natural (usualmente bosque primario y secundario) en grandes extensiones territoriales para cambiar el uso de la tierra a agrícola y urbano principalmente.

    • Sobreexplotación de la vegetación para uso doméstico: involucra la degeneración de la vegetación remanente, provocando una protección insuficiente para la erosión.

    • Sobrepastoreo: además del común sobrepastoreo de la vegetación por el ganado, se consideran dentro de este grupo a factores relacionados con un número excesivo de cabezas de ganado, por ejemplo, el pisoteo.

    • Actividades industriales: incluye todas las actividades de naturaleza (bio) industrial; minas abandonadas, desfogue de industrias, aguas residuales, derrames de petróleo y basureros.

    • Urbanización: se considera a todas las actividades efectuadas por la industria de la construcción, provocando la pérdida de la función productiva del suelo.

El nivel de afectación de la degradación del suelo se evaluó en términos de la reducción de la productividad biológica de los terrenos. Se consideraron cuatro niveles:

    • Ligero: los terrenos aptos para sistemas forestales, pecuarios y agrícolas locales presentan alguna reducción apenas perceptible en su productividad.

    • Moderado: los terrenos aptos para sistemas forestales, pecuarios y agrícolas locales presentan una marcada reducción de su productividad.

    • Fuerte: los terrenos a nivel predio o de granja, tienen una degradación tan severa, que se pueden considerar con productividad irrecuperable a menos que se realicen grandes trabajos de ingeniería para su restauración.

    • Extremo: su productividad es irrecuperable y su restauración materialmente imposible.

Según este estudio, la superficie afectada por algún tipo de degradación representa el 45% del territorio nacional.

Es importante recalcar que los estudios elaborados a la fecha no son comparables entre sí (pues según se explicó anteriormente tienen diferencias metodológicas importantes de escala y del contenido de los procesos a los que se refieren), por lo que no es correcto tratar de identificar tendencias de degradación de los suelos del país con base en esos estudios.

 

Fuente: Semarnat, Dirección General de Estadística e Información Ambiental, 2006, con base en: Semarnat, Colegio de Postgraduados, Evaluación de la degradación del suelo causada por el hombre en la República Mexicana escala 1:250 000, México 2001-2002 .