Artes de pesca: Impactos indeseados______________

En virtud de que cada sistema de pesca genera efectos colaterales e impactos ambientales de diversa índole y magnitud, en términos generales se puede establecer que:

  • Atarrayas (en todas las aguas protegidas -lagunas costeras, estuarios y bahías- de ambos litorales).

Si se desarrolla de conformidad con la normatividad vigente, no presenta impactos ambientales significativos; su uso es individual y su poder de pesca es limitado, con excepción de las aperturas de temporada en zonas y épocas específicas en las cuales el camarón es abundante. Se requiere prestar particular interés en evitar prácticas indeseables como el “purineo", su empleo en épocas de veda del recurso y con tamaño de mallas inferior a lo establecido por la Norma Oficial Mexicana que regula su aprovechamiento NOM-002-PESC-1993

  • Chinchorro de línea (Sonora, Norte de Sinaloa y la Reserva de la Biosfera del Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado).

Es un arte selectivo y eficiente bajo las dimensiones, características de armado y operación establecidas en las regulaciones vigentes; sin embargo, en algunas regiones del país puede presentar impactos ambientales negativos de capturas incidentales, como es el caso de la vaquita marina (Phocoena sinus) en el Alto Golfo de California. De cualquier forma, su empleo dentro de Áreas Naturales Protegidas deberá sujetarse a las disposiciones normativas establecidas en los Planes de Manejo correspondientes.

  • Red Suripera (Sinaloa y Complejo Lagunar Bahía Magdalena-Almejas en Baja California Sur).

Presenta una alta selectividad y bajo costo de operación; su empleo requiere de ciertas condiciones ambientales para su adecuado funcionamiento, tales como profundidad de operación no mayor a las 20 brazas, presencia de corrientes/vientos para incrementar la deriva, etcétera. Si bien su empleo se concentra básicamente en Bahía la Reforma, Sin. y en Bahía Magdalena en B.C.S, es factible su transferencia a otras regiones. Se ha observado que en algunas zonas de Sinaloa han bajado el tamaño de malla de lo que autoriza la NOM de camarón, originando engalles de peces juveniles aumentando así la captura incidental.

  • Charangas (lagunas costeras de Tamaulipas y norte de Veracruz).

Su principio de funcionamiento las hace muy eficientes y las características y uso adecuado de la cuchara puede incrementar su selectividad; cuando se introducen otro tipo de organismos que alcanzan a llegar al vértice central (matadero y yahual, pueden ser liberados en buenas condiciones de sobrevivencia. Es necesario mantener un adecuado control del esfuerzo y no incrementar el número existente de estas trampas de pesca.

  • Red de arrastre para la captura del camarón “Siete barbas” y Red de Arrastre Magdalena I para la captura de camarón café (Campeche, en las inmediaciones de Ciudad del Carmen, y Tabasco, y Complejo Lagunar Bahía Magdalena-Almejas en Baja California Sur).

Como la mayoría de las redes de arrastre, es característico observar una cantidad significativa de captura incidental de varios organismos, particularmente peces juveniles; sin embargo, su mejoramiento tecnológico mediante la introducción de nuevos diseños de redes y la inclusión de aditamentos excluidores de fauna las hace más selectivas.

  • Atún con palangre pelágico en (solo Golfo de México y Caribe mexicano).

Este arte de pesca dirigido específicamente a la captura de túnidos solo se emplea en el Golfo de México y Caribe mexicano; se caracteriza por presentar captura incidental de tortugas marinas y otros pelágicos mayores. Sin embargo, la introducción de anzuelos circulares, lances nocturnos, selección de carnadas y eliminación de la alambrada, permite reducir la incidentalidad; en el caso de las tortugas, es de particular importancia el empleo de anzuelos circulares, ya que se minimiza sensiblemente su afectación, ya que los enganches se realizan mayoritariamente del pico, sin afectar el esófago, facilitando con ello el desenganche y posterior liberación en adecuadas condiciones de supervivencia.

  • Redes de enmalle y palangre para tiburón y cazón (en ambos litorales).

Su operación se realiza principalmente en la superficie o a media agua, pudiendo operar fijas o a la deriva; sin embargo, en áreas ambientalmente sensibles pueden afectar significativamente especies no objetivo muy vulnerables, como es el caso de su empleo en playas de anidación de tortugas marinas, zonas de alumbramiento/crianza de elasmobranquios y algunas Áreas Naturales Protegidas con presencia importante de mamíferos marinos. Uno de los problemas colaterales asociados a su empleo surge por la pérdida en el mar de este tipo de redes al realizar captura fantasma por largos periodos de tiempo; a escala mundial, incluyendo México, se aplican políticas encaminada a su sustitución (redes de enmalle de grandes dimensiones operadas a la deriva) por sistemas de pesca con menor impacto ambiental (palangres de deriva). Actualmente, la Norma Oficial mexicana que regula el aprovechamiento de tiburones y rayas (NOM-029-PESC-2006), solo permite el uso de estas redes por la flota ribereña.

  • Poteras para calamar en el (Golfo de California y costa occidental de la Península de Baja California; y no hay restricciones en otras áreas)

Sistema de alta selectividad y eficiencia que no presenta impactos ambientales; su empleo se realiza en las épocas de mayor abundancia y en ciertas zonas geográficas; su regulación específica se efectúa mediante los permisos de pesca expedidos, el esfuerzo aplicado se asocia en gran medida a las condiciones del mercado. Actualmente ha evolucionado, sustituyendo las máquinas de operación automática por líneas de mano de operación manual, lo cual, aunado al mejoramiento de la potera, ha permitido disminuir las pérdidas de organismos y la calidad de las capturas.

  • Palangre de fondo para mero (Plataforma Yucateca).

Sistema ampliamente utilizado en pesquerías ribereñas, de mediana altura y de altura, sus características técnicas y de operación están en función de los objetivos de captura; cuando el tiempo de pesca/reposo es superior a 8 horas, se recomienda sustituir los anzuelos tradicionales por anzuelos circulares para evitar afectaciones a tortugas marinas. Con el objeto de garantizar la captura de peces de tamaño igual o superior al de primera reproducción, deberá tenerse especial cuidado en la selección del tamaño de los anzuelos a utilizar.

  • Redes de arrastre para escama (Golfo de California y Golfo de Tehuantepec).

Este sistema se emplea principalmente en el Golfo de California y Golfo de Tehuantepec; en el primer caso, se utilizan a bordo de buques camaroneros bajo el sistema de doble aparejo con una red por banda, con tamaños de malla superiores a los usados en la pesquería de camarón, siendo hasta la fecha poco estudiado, toda vez que son pocos los barcos con este sistema de pesca y las principales especies objetivo son peces planos y cochitos de la familia Balistidae. En el Golfo de Tehuantepec, se desarrolló un sistema de pesca de arrastre de fondo con una sola red adecuado para los objetivos de captura y condiciones de la zona de operación, lo cual incluye un nuevo diseño red, tamaños de malla y aparejamiento, a fin de obtener una captura más selectiva sin afectación del rendimiento económico; en tanto no se incluyan de manera obligatoria el uso de aditamentos excluidores de tortugas marinas, es necesario reducir la duración de los arrastres, así como incrementar la profundidad de pesca, para minimizar el impacto sobre estas especies.

  • Redes agalleras para escama ribereña (ambos litorales).

Este sistema de pesca es el de mayor uso por la flota artesanal del país, su fácil armado, operación y bajo costo la hacen un arte de pesca ideal para comunidades ribereñas. Su eficiencia y selectividad pueden ser satisfactorios económica y ambientalmente, siempre y cuando se diseñen, construyan y operen de tal manera que garanticen el escape de organismos juveniles y de especies no objetivo; esto se logra mediante la selección del tamaño de malla idóneo para la especie o grupos de especies objetivo, diámetro de hilo y coeficiente de armado. A fin de minimizar los posibles impactos negativos, es necesario evitar su empleo en zonas ambientalmente sensibles como fondos arrecifales (naturales o artificiales), bajos rocos, playas de anidación de tortugas marinas, zonas de alumbramiento/crianza de elasmobranquios y obstruyendo ramales en esteros/lagunas costeras y desembocaduras.

Nota: Se presenta la información más reciente proporcionada por la fuente (revisión: Octubre, 2016)

Fuente: Sagarpa, Instituto Nacional de Pesca, 2011.