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El suelo es la capa superficial de la corteza terrestre formada por material mineral y orgánico, agua, aire y organismos vivos. En él se realizan múltiples servicios ambientales entre los que se encuentran los ciclos biogeoquímicos, la infiltración de agua, el sostenimiento de las plantas y el soporte físico de las obras de infraestructura que permiten el desarrollo de la humanidad. El uso inadecuado del suelo altera sus características físicas, químicas y biológicas, lo que promueve su degradación. El indicador denota la proporción de la superficie nacional afectada por cuatro procesos de degradación causados por el hombre: erosión hídrica y eólica y degradación física y química.
Entre 1945 y 1997 se realizaron al menos 7 estudios de degradación de suelo en el país; sin embargo, se elaboraron con diferentes escalas, criterios y metodologías, por lo que sus resultados no son comparables y no permiten establecer tendencias. El indicador toma como base los resultados del estudio más reciente de degradación del suelo causada por el hombre, en cuya metodología se incluyeron muestreos en campo y la elaboración de cartografía cuantitativa escala 1: 250 000 sobre los procesos, tipos, causas y niveles de degradación de suelos en México.