Recuadro | El arrecife mesoamericano


Los arrecifes coralinos constituyen uno de los ecosistemas más biodiversos del mundo. La variedad de especies que viven en ellos es mayor a la de cualquier otro ecosistema marino de aguas poco profundas, y sólo comparable en el medio terrestre a las selvas tropicales y los bosques de niebla. Los arrecifes de coral sustentan aproximadamente 25% de todas las especies marinas conocidas en la actualidad, a pesar de que ocupan menos del 1% del área oceánica global (Basurto-Lozano, 2006).

Los arrecifes de coral, en México como en el resto el mundo, están amenazados por diferentes actividades humanas vinculadas al desarrollo costero y marino (como son el desarrollo urbano y turístico) y a las actividades extractivas costeras y marinas (por ejemplo: de petróleo, gas y minerales), las cuales generalmente conllevan al deterioro de la calidad del agua, la sobrepesca, la degradación del lecho marino, la extracción ilegal y la introducción de especies invasoras, entre otros factores de deterioro (Burke y Maidens, 2005). A ellos deben sumarse los efectos del cambio climático, principalmente el aumento de la temperatura y del nivel del mar y la acidificación del océano (Burke et al., 2011).

La segunda barrera de coral más importante en el mundo es el Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), que se extiende por más de mil kilómetros desde Cabo Catoche, al norte de Quintana Roo, en México, hasta las Islas de la Bahía-Cayos Cochinos en la costa norte de Honduras (Ardisson et al., 2011). El SAM destaca por su riqueza de moluscos, mamíferos, algas y más de 500 especies de peces y 65 especies de corales. Algunas de las especies que habitan estos arrecifes se encuentran en peligro de extinción, como es el caso de las tortugas verde (Chelonia mydas),  carey (Eretmochelys imbricata) y  caguama (Caretta caretta), y el manatí (Trichechus manatus); o catalogadas como amenazadas, como el tiburón ballena (Rhincodon typus), entre otros. Además de su riqueza biológica, se ha calculado que los servicios ambientales que provee el SAM son importantes para la subsistencia de casi dos millones de personas en la región (Kramer et al., 2015).

En los últimos diez años, la salud del ecosistema coralino del SAM ha mejorado ligeramente. Entre 2006 y 2014, el Índice de Salud Arrecifal1 (ISA) cambió la condición de su estado de “mala” a “regular” (Figura a). Esto debido a que la cubierta de coral pasó de 10 a 16% y se observó un aumento de los peces herbívoros que reducen la densidad de macroalgas. Los peces de importancia pesquera también han incrementado en biomasa, sobre todo los de las poblaciones ubicadas dentro de Áreas Marinas Protegidas (AMP). Si el ISA se examina por los sitios monitoreados, de los 248 sitios monitoreados en 2015, el 57% tiene una salud en estado crítico y mala, y tan sólo en el 9% de los sitios puede considerarse como buena o muy buena (Figura b).

 

 

 

La salud del SAM en los 86 sitios que se examinaron en México le dan un valor al índice que puede ser clasificado como de salud “regular” (Figura c); una calificación solo superada por una mejor condición del arrecife en la costa hondureña (ISA de 3.3). La condición del arrecife en nuestro país ha mejorado fundamentalmente por el incremento en la biomasa de los peces herbívoros (principalmente en la zona norte de Quintana Roo) y por el aumento de la cubierta de coral, que pasó del 8 al 14% entre 2006 y 2014.

 

 

 

 

Referencia:

Ardisson P.L., M.A. May-Kú, M.T. Herrera-Dorantes y A. Arellano-Guillermo. El Sistema Arrecifal Mesoamericano-México: consideraciones para su designación como Zona Marítima Especialmente Sensible. Hidrobiológica 21 (3): 261-280. 2011.

Basurto-Lozano, D. Arrecifes coralinos. En: Moreno-Casasola, P., E. Peresbarbosa y A. C. Travieso-Bello (Eds.). Estrategias para el manejo integral de la zona costera: un enfoque municipal. Instituto de Ecología A.C. y Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SEMARNAT)-Gobierno del Estado de Veracruz. Xalapa, México. 2006. Disponible en: www1.inecol.edu.mx/publicaciones/MANEJO_INTEGRAL.htm.

Burke, L., K. Reytar, M. Spalding y A. Perry. Reefs at Risk Revisited in the Coral Triangle. Washington, D.C. World Resource Institute. 2011.

Burke, L. y J. Maidens. Arrecifes en Peligro en el Caribe. Washington, D.C. World Resource Institute. 2005.

Kramer P., M. McField, L. Álvarez Filip, I. Drysdale, M. Rueda Flores, A. Giró y R. Pott. Reporte de la Salud Ecológica del Arrecife Mesoamericano 2015. Iniciativa Arrecifes Saludables. 2015. Disponible en: www.arrecifessaludables.org.

 

 

 

 

Nota:

1 A nivel regional, a través de la Iniciativa Arrecifes Saludables se han logrado desarrollar criterios medibles de clasificación de la salud de los arrecifes coralinos. El indicador sobre la salud de los arrecifes (RHI, por sus siglas en inglés) se basa en cuatro indicadores del ecosistema: cobertura de coral, cobertura de macroalgas, biomasa de herbívoros clave (peces loro y cirujano) y biomasa de peces comerciales clave (pargos y meros). El RHI tiene una escala de valores que va de 1 (estado crítico) a 5 (arrecife con muy buena salud; Kramer et al., 2015).