Instituto Mexicano de Tecnología del Agua: Método general de trabajo
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Para cumplir con su misión, el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) realiza sus actividades y programa su presupuesto mediante proyectos que representan su unidad básica de trabajo.
En sus inicios el IMTA se limitó a realizar proyectos con los recursos asignados por la federación, basados en problemáticas específicas del recurso hidráulico, denominados proyectos internos ; en ese momento no era prioridad desarrollar proyectos para otras Instituciones. Desde 1991 el IMTA ha venido realizando, además de los proyectos internos, otros más que se han orientado a satisfacer necesidades de instituciones tales como la Comisión Nacional del Agua (CNA), otras áreas de Semarnat, Pemex, organismos operadores de agua potable, gobiernos estatales y municipales, así como empresas privadas; a tales proyectos se les ha denominado proyectos contratados . De éstos, el principal cliente ha sido la CNA, institución con la que cada año se concertan la mayoría de los proyectos. Sin embargo, a partir de la descentralización, 31 de octubre de 2001, los proyectos contratados han adquirido mayor relevancia ya que los ingresos propios generados por los servicios ofrecidos pueden utilizarse con mayor flexibilidad. Por lo anterior y con objeto de ampliar la cobertura de los servicios que presta el Instituto, se ha puesto mayor énfasis en ampliar la cartera de clientes.
El método general de trabajo del IMTA para realizar sus proyectos incluye varias fases, las cuales inician con un diagnóstico de los problemas de los usuarios del agua a fin de entender sus necesidades, posibilidades y definir los objetivos y alcances de los proyectos que se desarrollen para atender dicha problemática. En la fase de planeación el Instituto utiliza especificaciones y procedimientos perfectamente definidos y que próximamente serán certificados conforme a la ISO-9000. En la fase de desarrollo , se definen las estrategias en un proceso interactivo con los usuarios para determinar el tipo de investigación o desarrollo tecnológico a seguir. Posteriormente, la fase de validación comprende un proceso de pruebas donde intervienen laboratorios, proyectos piloto y pruebas en campo, tomando en cuenta factores de índole local y regional, así como la cultura y participación de los usuarios.
La fase de transferencia tecnológica se realiza utilizando manuales, guías y videos, y a través de capacitación, consultoría y asistencia técnica. La siguiente fase de la metodología es el monitoreo de actividades, para comprobar si los objetivos originales se cumplieron o si se requieren ajustes. Finalmente, se lleva a cabo una evaluación del servicio por parte del cliente con el objeto de identificar mejoras posibles para posteriores servicios.
Los proyectos del IMTA se diseñan con metas y resultados perfectamente medibles, salvo algunos proyectos de investigación básica, en los que difícilmente pueden preverse los resultados y que generalmente requieren de más de un año de trabajo. Por otra parte, los proyectos del IMTA generalmente son desarrollados en sitios con problemáticas representativas de otros lugares de México. En esos lugares se prueban las tecnologías buscando que puedan ser adoptadas masivamente en una fase posterior.
Fuente: Semarnat, Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, 2002.